Capítulo 1

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Damon necesitaba salir de Mystic Falls. Irse y no volver atrás jamás. Seguir aferrándose a ese lugar y, sobre todo, seguir aferrándose a la idea de conquistar el amor de Elena, no le hacía ningún bien. Ya había desperdiciado demasiados años de su vida sufriendo por la novia de su hermano. Había llegado el momento de avanzar y, para eso, debía cortar de raíz con su pasado y comenzar una nueva vida en otro lugar.

Sin saber muy bien a dónde debía dirigirse, el chico tomó su coche y condujo sin rumbo fijo, sabiendo que fuese el lugar al que fuese, peor no podría irle la cosa.

Estuvo viajando durante días, dirigiéndose hacia el noroeste del país sin saber muy bien por qué. Se pasaba el día en la carretera, parando solo para repostar gasolina y comer y, cuando llegaba la noche, paraba a dormir en el algún motel de carretera.

Al llegar al Estado de Washington se dio cuenta de que había cruzado medio país en un tiempo récord y que era momento de hacer una parada. En el desvío entre dos pueblos, al chico le llamó la atención que sobre el cartel de uno de ellos estuviese apoyado un cuervo bastante más grande de lo normal. Damon, a quien siempre le había fascinado esta ave, pensó que era una señal y decidió tomar esa ruta y, al adentrarse en el pueblo, vio un cartel que ponía:

Bienvenidos a Forks.

Acababa de entrar en el pueblo cuando su apreciado Camaro perdió velocidad y empezó a salir humo del motor.

Rápidamente, el chico aparcó el coche en el arcén y abrió el capó para revisar el problema. Lo bueno era que tenía arreglo, pero necesitaba un mecánico para volver a ponerlo en marcha y dudaba que hubiese uno tan pegado a los límites del pueblo.

"Genial" se quejó él mentalmente, "Estoy atrapado en medio de la nada".

Damon sacó su móvil para llamar a una grúa pero al parecer se había quedado sin batería, algo comprensible dado que no había prestado interés en el teléfono en días.

El chico comprendió que si quería encontrar ayuda, tendría que ir a buscarla. Y eso implicaba dejar su coche totalmente a merced de posibles ladrones y delincuentes.

Estaba tan centrado en encontrar los pros y los contras sobre qué dejar allí su coche, que no se dio cuenta de que tenía compañía hasta que escuchó un claxon.

-¿Necesitas ayuda, hijo? -le preguntó un señor de avanzada edad, quien conducía una vieja camioneta.

-Mi coche ha decidido tomarse unas vacaciones -le explicó Damon, dedicándole al hombre una amable sonrisa-. No me vendría mal un mecánico.

-Hay un taller muy bueno por aquí, y no está muy lejos. Podría llevarte.

-Gracias, es usted muy amable.

El hombre se percató de la mirada de pena que le dedicó Damon al coche e intuyó lo que estaba pensando.

-Puedes dejarlo donde está, este lugar es muy tranquilo. La delincuencia no es muy común por aquí.

Damon asintió no muy convencido pero más tranquilo de saber eso. Al subir a la camioneta, el hombre se le presentó como Harry Clearwater. Por lo visto, el hombre pertenecía a una antigua tribu Quileute que se había asentado en una reserva en las costas de Forks en 1855.

-¿Sabías que hay una leyendo que dice que los Quileute descendemos de los lobos? -le contó el hombre a Damon.

-Vaya, eso es increíble -dijo el chico, muy fascinado con la historia que estaba oyendo.

El anciano Clearwater le estuvo contando más historias sobre su tribu durante el viaje, deteniéndose cuando llegaron a su destino.

-Aquí es, chico.

Car broken, heart broken (Crossover Twilight&TVD - Dosalie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora