Capítulo 9

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Damon se pasó horas intentando contactar con Rosalie, pero esta le colgaba siempre y seguramente borraba sus mensajes de voz sin oírlos. El chico incluso se presentó en su casa, pero por mucho que llamase, nadie abría.

Como última y única opción que le quedaba, fue al taller Cullen sin tener éxito en su búsqueda. En cambio, sí vio allí a Emmett.

-¿Cómo te atreves a venir aquí después de lo que le has hecho a Rose? –le reprochó el chico.

-Emmett, necesito hablar con ella –le pidió Damon desesperado-. Por favor, tengo que arreglar esto. No ha sido más que un error.

-¿Error? ¡Le has partido el corazón!

El chico estaba tan cabreado que Damon hubiera apostado a que le hubiese pegado de no ser por la intervención de Edward.

-Emmett, déjame a solas con él –le pidió este a su hermano, quien accedió a regañadientes.

Al contrario que el grandullón, Edward hizo un alarde de comprensión y se dignó a escuchar la explicación de Damon.

-Necesito hablar con ella –le dijo el chico tras terminar de contarle todo lo sucedido-, pero no para de evitarme.

-Sí, mi prima actúa siempre así cuando hay un problema que no quiere afrontar.

-Tienes que ayudarme, Ed. Solo necesito un par de minutos con ella, los suficientes para hacer que me escuche.

-Te ayudaré –le prometió él-, pero no vuelvas a cagarla.

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Edward le preparó una encerrona a Rosalie y reunió a la pareja una noche en el taller, haciéndole creer a la chica que había saltado la alarma antirrobos y que debían ir allí urgentemente.

-¿Qué haces tú aquí?

-Rose, déjame explicarme –le suplicó el chico-, por favor...

-No quiero oír tus excusas –se negó ella, demasiado enfadada con él como para permitirle eso-. Traicionaste mi confianza, algo que nunca debí haberte dado. Sabía que enamorarme de ti era un error, pero aún así fue tan estúpida como para hacerlo.

Damon, cabreado por que no le dejase explicarse y porque le creyese una persona tan despreciable, acabó estropeándolo todo en lugar de arreglarlo.

-¡Sí, debiste haberte alejado de mí antes! –gritó él furioso consigo mismo más que con ella-. No soy el tipo de tío que merece ser amado. No soy buena persona. Y no voy a cambiar jamás.

-Pues entonces, está todo dicho. Esto ha acabado –dijo ella sin atreverse a mirarle a los ojos, ya que de lo contrario no podría hacer lo que estaba haciendo-. Lo nuestro ha acabado.

-Rose...

-Ya tienes arreglado tu maldito coche, ¡así que vete! Vete con el amor de tu vida y no vuelvas jamás.

Decir esto último le resultó casi imposible a la chica, pero supo mantener el tono de su voz a raya, pues sentía cómo si tuviese un nudo en la garganta que no la dejaba hablar. Esas palabras le habían dolido más de lo que pensaba y mucho más de lo que parecía.

Sin dejar de mirar al suelo, Damon asintió en silencio y abandonó el lugar. Y, justo en ese momento, ella dejó que sus lágrimas se derramaran sin control.

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Rosalie llevaba sintiéndose muy enferma desde hacía unos días. Todo le daba náuseas, a penas comía y vomitaba con frecuencia. Por esa razón, decidió acudir al médico.

-Enhorabuena, señorita Hale –le felicitó el doctor-, está usted embarazada.

"¿¡Qué!?" gritó ella mentalmente incrédula, "¿Embarazada?"

-Creo que ha habido un error, doctor –dijo ella con voz temblorosa-. Un ginecólogo me informó hace años que no podía concebir hijos.

-Las posibilidades eran muy reducidas, pero eso no significaba que no fuese posible.

Rosalie se quedó atónita al oír esas palabras y sus ojos se llenan de lágrimas de la emoción.

-¿Está usted diciendo en serio que estoy embarazada? –preguntó ella ilusionada.

-Estoy un 100% seguro de que está embarazada –le sonrió el doctor, feliz al verla tan emocionada por la noticia.

-¿Y mis problemas de concepción hacen que el embarazo sea peligroso?

-Todo embarazo es peligroso durante la primera fase de gestación, pero no quiere decir que usted vaya a sufrir un aborto.

-Así que... ¿Voy a tener un bebé? –volvió a preguntar aún sin creérselo, recibiendo un asentimiento del doctor como respuesta-. Un bebé...

Rosalie salió del hospital abrazando contra su pecho la ecografía de su bebé, aquella donde solo se veía un pequeño destello de un tamaño tan diminuto que era apenas perceptible, pero era su bebé. La chica sintió unas ganas locas de contarle la increíble noticia a Damon, pero luego recordó que la última vez que había hablando con este, ella le había dejado y no quería que él pensase que tenía algún tipo de obligación para con el bebé solo porque la hubiese dejado embarazada.

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Damon entró en el bar donde siempre se reunía con Ric, pues necesitaba hablar con un amigo. Este, que no le había visto desde hacía unos días, se preocupó al verle tan abatido.

-¿Cómo va eso, colega? –le preguntó el hombre-. ¿Todo bien con Rosalie?

-No, no va nada bien. Hemos discutido.

Alaric le pidió a la camarera una botella de Bourbon, sabiendo que eso era lo que necesitada al chico en ese momento.

-Háblame de ello –le animó a su amigo, sirviéndole un vaso de alcohol.

Tras beber de una vez su vaso de Bourbon, Damon comenzó a contarle todo lo ocurrido con Rosalie y el malentendido con Elena.

-¿Has intentado hablar con Rosalie para arreglar las cosas? –le preguntó Ric, quien le escuchó muy atento.

-Lo intenté.

-¿Y cómo fue?

-Acabamos discutiendo –murmuró el chico muy arrepentido por su actitud-. Dije cosas que no quería decir...

-Ese es vuestro problema, tío. Tenéis personalidades muy fuertes y ninguno dais el brazo a torcer ni reconocéis que habéis cometido un error.

-¿Y qué hago ahora?

-No puede haber dos alfas en una relación, Damon –le explicó su amigo-. Tarde o temprano, alguno de los dos tendrá que ceder.

-¿Y si ninguno lo hace?

-Pues entonces no duraréis mucho como pareja.

Al chico le encantaba que Rosalie quisiese tomar el control, y sabía que a ella también la gustaba que él luchase por lo mismo. Ellos tenían un juego sobre quién llevaba la voz en su relación y Damon no veía que eso pudiese ser algo malo. No hasta ahora, cuando su orgullo pudo con él y le llevó a discutir con Rosalie. Por ello, el chico aceptó el consejo de Alaric, decidido a cambiar las cosas con la rubia.

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Que Rosalie se quedase embarazada es uno de los motivos por los que quise que esta historia fuese un AU con ellos humanos. En Crepúsculo hemos visto cómo la chica lo pasa fatal ante la idea de no poder ser madre, algo que había deseado desde siempre. Por eso quise concederle esa ilusión. Además, no me puedo resistir a la idea de ver a Damon haciendo de padre *-*

Car broken, heart broken (Crossover Twilight&TVD - Dosalie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora