When I Fall in Love | [Jeon Jungkook] © PAUSADA

01. | Sabor Superior.

Agarro el folder y reviso cada una de las ventas de la semana, habían aumentado aún más y eso era excelente, nuestra cafetería era el éxito en la ciudad.

No era novedoso verme haciendo una revisión cada final del día sobre todo lo que tenía que ver con la cafetería, todas las noches antes de cerrar verificaba que realmente todo estuviera bien, y así lo era, jamás hallaba algún error o algún pago no necesario.

Todo estaba perfecto.

Escucho la puerta ser abierta y visualizo a Dong ingresando a la habitación que suele llamarse despacho.

—Hemos terminado, la cafetería está cerrada y todo está ordenado como nos pidió. —Avisa.

—Pueden retirarse, yo me quedaré revisando algunas cosas.

—¿No crees que también debes irte? Yo anteriormente hice lo mismo y todo estaba en orden.

—Si, solo voy a confirmar en ventas y compras, no te preocupes, retírate. —Sonrío. Hizo una reverencia para mí por lo que la ignoré, no me gusta que las haga.

Me hace sentir más que ellos y no es así, también soy humana, pero por un simple estatus económico diferente no significa que yo valga más que él, claro que no.

Lemas, reglas, o normas estúpidas por gente que se cree más y también hacen del baño como todos.

Todo estaba en completo orden, era un trabajo menos para mí, decidí hacerle caso a Dong e irme a casa, necesito descansar y mi dolor de espalda no se calmará solo.

Tomo mi bolso y salgo por la puerta trasera cerrandola como debía, hoy cerramos una hora y media antes de lo habitual y era porque los viernes es noche de descanso y se cierran a las nueve en punto, mientras que los días anteriores a las once con treinta minutos.

Casi media noche.

Cuando llego a mi residencia estaciono mi auto en el garaje de la casa, observo como el vigilante cierra la puerta del garaje y yo suspiro, realmente ha sido un día bastante agotador, hoy mi espalda duele muchísimo.

Ingreso a casa observando a mis padres en la mesa, ellos sonríen al verme. Colocó mi abrigo en el perchero de la entrada y con una sonrisa bastante cansada les saludo.

—Buenas noches. —Mantengo mi sonrisa, no tengo ánimos de nada más que dormir, pero ellos no tienen la culpa de sentirme agotada.

—Buenas noches, cariño, que bueno que llegas. —Comenta mamá. —La cena está lista.

—¿Has cenado? —Me pregunta papá.

—Por suerte no, muero de hambre y tengo un horrible dolor de espalda. —Me siento a un lado de él en la mesa, acomodo mi bolso en la silla vacía de mi lado.

—Come primero, luego te das una ducha con agua caliente y tomas alguna pastilla para el dolor, o ¿quieres que te de un masaje? —Sugieré mamá.

—El masaje estaría perfecto, gracias. —Ella sonríe.

—En lo que cenas, buscaré el aceite relajante. —Habla levantándose de la mesa, deja un beso en mi frente para ir subiendo a las escaleras en dirección a su habitación.

Yo espero pacientemente a que me entreguen la cena, mi padre habla y me cuestiona sobre cosas en general mientras que yo le respondo con asentimientos o palabras afirmativas y negativas, me siento verdaderamente cansada.

Cuando me entregan la cena agradezco y comienzo a comer, lo que me sube un poco los ánimos, la comida. Luego iría a mi habitación a realizar justo lo que mi madre había propuesto aunque necesitaba tocar mi cama y quedarme dormida hasta que mi alarma me despierte por la mañana.