When I Fall in Love | [Jeon Jungkook] © PAUSADA

05. | Recuerdo.

⊱ Woo _______ ⊰

Suspiro pasando la página del iPad a la siguiente, frunzo mis cejas al notar la paleta de colores que el arquitecto me envió no son los colores que le había pedido, escribo en mi agenda aquel error que luego le enviaría por mail, quizá se equivoco.

Quería hacerle una remodelación a la cafetería, quizá cambiar colores o agregarle algunas plantas de agua, no quisiera cambiarle mucho tampoco y que pierda el toque de tranquilidad que tiene y el que le gusta a las personas. Solo que el error del arquitecto no me permitirá hacerlo rápido, tendré que contactarle y pedirle una cita para poder acordar con este trabajo.

En medio de mi calificación por aquella paleta de colores, visualizo a mi madre salir de la cocina, traía un bowl de frutas y una taza de café encima de la bandeja de color metal.

—¿Qué harás en la tarde? —Pregunta mi madre acomodando la bandeja cerca de mí, acomoda la taza de café y el bowl de frutas de manera correcta.

—¿Por qué? ¿Necesita algo? —Giro mi rostro para verle.

—Solo pregunto, no has ido a la cafetería.

—Mamá, le dijiste la abuela que iba a diario, no era justo decirle. —Ella suelta una risa.

—Cariño, mereces descansar, tienes un excelente gerente que puede cubrirte el tiempo que tu no estés ahí.

—Lo sé, mami, pero en serio amo ahí. Es mí cafetería. —Hago pucheros.

—Solo serán unos días, luego puedes ir y venir las veces que tu quieras, pero por ahora, realmente quiero tenerte cerca mío, siempre estás ocupada. —Me abraza y deja unos cuantos besos en mis mejillas.

—Bien, esta bien. Por cierto, Jennie viene a casa a visitarme, terminaré de desayunar y luego iré a mi habitación, ¿Podrías enviarla ahí?

—Claro, le dire que la esperas. Ahora, te dejo desayunar, quitaré esto y lo dejaré en tu habitación para que despejes tu mente al menos un rato. Nada de trabajo por ahora  por favor, diviértete con Jennie si es que van a salir. —Toma el iPad y mi libreta junto a la pluma, sonríe antes de subir las escaleras.

Sonrió de vuelta al verla más animada, sé la falta que le hago en casa, cuando comencé a trabajar en la empresa de exportación de vino para ella fue difícil, nos la pasábamos juntas todo el tiempo, luego papá como regalo de cumpleaños número veintitrés me dio la cafetería.

Deje de acudir a la empresa para poder estar a cargo de la cafetería, y mamá, bueno, mamá se queda sola en casa porque papá trabaja en lo del cultivo del café y al mismo tiempo en la de exportación de vino, por lo que ella es la encargada de mantener nuestro hogar en orden.

Dejamos de ir de compras juntas, de salir a comer a algún lugar juntas, dejamos de hacer muchas cosas juntas por mi trabajo, por una parte me sentí mal por ella pues todo el tiempo eramos ella y yo, y ahora es diferente, pero los días que estoy acá en casa la noto sonriente y eso es buena señal para mí.

Comienzo a comer las frutas cortadas perfectamente, la fresa que tiene un sabor espectacular ácido y dulce que me encanta, el café humeante con ese particular olor a recién molido, y la leche que le da un sabor diferente, es exquisito, simplemente el café de nuestra marca es mi favorito y no porque lo sea.

Cuando finalizo de comer, llevo el plato y la taza a la cocina para poder lavarlos en el fregadero dejándolos limpió, de un momento a otro recuerdo la pulsera y el cuarzo.