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Ya habían pasado bastantes años, desde que no volvía a Tortillaland... pasó toda su infancia en aquel pueblo y ya era hora de volver.

Su trabajo lo había mantenido ocupado, tenía que viajar a tantos lugares que no daba a basto. Había recibido varias llamadas de parte de su familia y amigos, pero simplemente los ignoraba, hasta el día de hoy...

Se encontraba en la entrada al pueblo, delante de aquel enorme cartel con el nombre del lugar. Enfrente suya estaba aquella plaza con la estatua de angel, donde se pasaba la mayoría del día practicando fútbol con algunos de sus amigos de primaria...

Siguió caminando hasta donde su antiguo local, lo había abandonado por mucho tiempo, aunque lo había dejado todo a cargo de Mariana, confiaba en él más que en Carre.

Siguió caminando hasta donde su antiguo local, lo había abandonado por mucho tiempo, aunque lo había dejado todo a cargo de Mariana, confiaba en él más que en Carre

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- ¡PATRÓN! - antes de poder entrar a la polleria, el de pelo castaño salió rápidamente al verme -

- Che Mariana ¿que vergas llevas puesto pelotudo? - fue la primera pregunta que le hice, puede que no haya sido el mejor comienzo... - Me esperaba más de vos, si fueras el boludo de Carre, sería todo piola, pero ¿por qué vas de pollo?

El alto de pelo castaño comenzó a reírse delante de mi - El culero de Carre y su noviecito me obligaron a llevar este pinche trapo - se quejó mientras señalaba hacia la ventana del local para que observará quienes estaban ahí, efectivamente Robleis se encontraba con mi otro empleado riéndose de la situación -

- No estoy para pelotudeces - dije con un tono serio - seguime, me tenes que poner al día

Suspiré y junto al mexicano, entramos a la polleria, al entrar ignore a la parejita y me fui directo a mi oficina a dejar algunas cosas para poder establecerme de nuevo. Puede que mi trabajo en las afueras terminara por un tiempo pero aún seguía teniendo que hacer revistas de los hechos que pasan en los lugares que estoy, en este caso de Tortillaland. Hoy me dedicaría a ver un poco el pueblo de nuevo, después de todo, las cosas cambian cada que el tiempo avanza...

- Ahora si podes hablar Mariana - le di el turno de palabra -

- En resumen Patrón, durante esta semana han habido cosas paranormales, hacía mucho tiempo que no se oía ni un trueno o una lluvia. Desde que volvió el hijo de los "Cubito" todo está siendo un desmadre - ese apellido me sonaba tanto... - y algunos habitantes del pueblo han empezado a ver a personas con disfraces de colores, acosando a los del pueblo y robando...

- Perfecto, entonces saldré un rato. Estate atento a todo Mariana - deje mi mochila en el suelo -

- No quiere descansar Patrón? - inmediatamente me negué y salí -

Tenía unos asuntos que arreglar con un viejo amigo, olvide completamente el trato que tenía mi negocio junto al de él. Antes de que pudiera salir del local, alguien se puso enfrente mía.

Mi destinado //SPRUANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora