Desde que supieron que Juan era Omega, su madre la mayor hechizera del pueblo, Xena, logró descubrir quien sería el Alfa de su pequeño niño... El problema era que Juan era mucho más pequeño que su Alfa...
<>lenguaje vulgar
<>violencia
<>escenas subi...
El híbrido vaca miraba a esos dos, el de lentes redondos había dejado de llorar desde hacía un tiempo, pero el clima seguía nublado. No pudo sacarle mucha información sobre lo ocurrido, pero si sabía que tenía algo ver con aquel pelinegro.
— Me dijeron que andabas por acá — sonrió mirando al de lentes mientras se acercaba —
— Espacio vital Spreen— contestó rápidamente mientras ponía su manos delante, dando a entender que no quería que se acercara —
— Señor hechizero, yo me retiro porque mi jefe ya me reclama — habló la vaca mientras sujetaba su móvil, dicho eso se despidió de Juan y volvió a la tienda —
— Yo también debo irme — mintió descaradamente el castaño mientras miraba de reojo al oso —
— Te puedo acompañar, por mi no hay problema — el pelinegro veía las intenciones de huida del contrario, por lo que ahora le interesaría saber el por qué —
— Esta bastante lejos de aquí, tenemos que pasar el bosque y hasta que lleguemos será de noche — decía todo lo que se ocurría de excusa para que el mayor se negara a ir —
— Me estoyofreciendo para ir Juan, no voy a cambiar de opinión — contestó serio, el menor asimilo que no había vuelta atrás así que comenzó a caminar, seguido de Spreen —
En todo el camino ni uno de los dos se dirigió la palabra, Juan estaba muy incómodo paseando con aquella persona que no aparte ser su destinado, sino también que fue rechazado por él y ahora decide volver.
Mientras Spreen, analizó bien la situación y en como ganarse de nuevo la confianza del castaño. Por ahora, solo podía respetar la decisión del de lentes quedándose callado hasta que él diga algo.
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— Ya hemos llegado — habló por fin el de menor estatura —
— ¿Hiciste todo esto tú wacho? — preguntó el oso mirando hacia arriba —
— Sígueme — dijo simplemente yendo en dirección contraria a las escaleras, metiéndose en un pequeño espacio que había un ascensor para subir más rápido — de esto no una palabra a nadie
El pelinegro le siguió y subieron juntos hacia arriba — nada mal — comentó mientras veía la parcela que ya se había montado —
— Tengo un diseño de lo que quiero hacer, pero necesito bastantes materiales, por ahora la construcción avanza lento — añadió como dato curioso el híbrido conejo —
— Yo te puedo ofrecer materiales, pero me deberías pagar con otro favor — dijo ofreciéndole una pequeña oferta que le beneficiearia —
