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Hoy era el día, Juan se encontraba junto con Zorman enfrente del aula de la clase del Alfa. El pequeño hechizero había cambiado su forma de vestir solo por hoy, en vez de llevar una sudadera de lana o su típica túnica, se había puesto una sudadera rosa llamativa junto a su bandana azul con unos shorts que casi no se le veían. Estuvo toda la noche sin poder dormir por eso tenía unas pequeñas orejeras que se le notaban si te fijabas mucho en él.

- puedes Juanito - ánimo su mejor amigo desde atrás -

Juan tomó valor y entró al aula, siendo observado por todos los presentes, sin dirigir la mirada a alguien, licalizo rápidamente a Spreen y con la cabeza hacia bajo se dirigió a él. Aunque alguien se puso en su camino e hizo que se chocara haciéndole caer y que la carta ya no estuviera en sus manos.

- ¿Qué tenemos por aquí? - dijo la híbrida gata mientras agarraba del suelo la carta que traía el niño - no me digas que... - se empezó a reír, todos los presentes se quedaron con la curiosidad, ¿que hacía tanta gracia? serían preguntaban - no me digas que te ibas a declarar a Spreen

Los compañeros que habían se quedaron mirando un rato al oso y luego se empezaron a reír, burlándose del pequeño Omega, ahora mismo estaba destrozado, quería llorar, pero si lo hacía... sabía que empezarían a llamarlo llorón - devuélveme la carta Mayichi - se levantó del suelo intentando arrebarla la carta de sus manos -

- Pero si esto aún no ha empezado - seguía riéndose, mientras dos amigas de Mayichi agarraban menor de las muñecas para que no pudiera hacer nada - Oh, mi querido Spreen, hacía mucho que te veía... - empezó leyendo la carta - voy a todos tus partidos porque me gusta verte jugar, puede que tú no lo sepas pero... mi madre es la gran Xena y ella me dijo que tu serías mi Alfa - dijo con una burla - no se como llegues a reaccionar... pero quiero decirte que te amo mucho y que yo daría todo por ti, mi querido oso. No que podría ofrecerte yo, si solo soy un pequeño Omega indefenso, mientras tú, eres un Alfa fuerte y tienes a muchos/as Omegas detrás de ti...

Juan solo agachó la cabeza intentando que el mencionado en la carta no le viera frente a frente... ¿como podría ahora verle a los ojos después de esa humillación?

Spreen se levantó de su asiento y le quitó rápidamente la carta de las manos a la chica, este comenzó a leerla en su mente con atención a todos los detalles que contenía. Al terminar de leerla, miro de reojo al chico de lentes y solmanete arrugó el papel haciéndolo bola y lo tiro al suelo, por desgracia cuando lo tiró, llego rodando hasta los pies del Omega que levantó la cabeza y se encontró a un Spreen callado que solo le ignoró. Eso hizo que el ambiente se volviera a animar y que otra vez empezarán a decirle cosas a Juan o hablar de él en susurro.

Ahí es cuando entre la multitud salió un chico alto con la piel palida y cabello castaño - Sos un pelotudo Spreen - miraba fijamente al híbrido oso - solo es un crío - dijo defendiendo a Juan, mientras apartaba a las chicas que lo agarraban, el Omega se lanzó rápido a abrazar a aquel extraño sin pensárselo dos veces - te llevaré a tu aula...

Y así fue, Robleis, acompaño al pequeño híbrido de conejo junto a su amigo, por el camino intentaba consolarlo, diciéndole que a veces Spreen era un completo boludo que siempre había sido muy serio. Sentía fatal de ver como un niño de primaria podía haber sufrida tremenda humillación delante de toda su clase.

- G-gracias por ayudarme, Rob - dijo tartamudeando mientras se le caía alguna pequeña lagrima -

- No llores porfavor - se arrodillo y abrazo al pequeño mientras este lloraba desconsolado, dejando gotas de agua sobre la camisa del mayor -

Mi destinado //SPRUANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora