DxD: nobleza dorada

064- Dragón Dorado vs Súper Diablo

[Punto de vista de Layla]

Lo que no quería que sucediera simplemente sucedió... mi cuñado nos abrazó a mí y a mi madre, vio mi expresión abatida que traté desesperadamente de ocultar y me dijo que me veía hermosa tratando de hacerme sentir mejor. Agradeci su cumplido pero la tristeza en mi corazón lo eclipsó; mi marido no me había mirado con mirada apreciativa ni una sola vez.

Sostuve el cuello en el bolsillo oculto de mi vestido, el que quería regalarle, apretándolo. Richter-sama les había dado a los dos la oportunidad de terminar con todo, quería tener esperanza pero entonces... él tenía que ir y hacer eso.

No sé exactamente en qué momento, pero escuché un grito ahogado a mi lado y en lugar de Richter-sama, estaba alli mi hermana mayor, traté de resistir el resentimiento en mi corazón para dar paso al desconcierto, ¿qué pasó exactamente? ¿Por qué está ella aquí?

*¡¡¡BOOOOOOOOÓOOMMMMMM!!!!*

Las preguntas de mi madre y las mías se vieron desdibujadas por el impacto de todo el castillo y el ruido de una explosión estremecedora, lo único que pudimos ver detrás de nosotros fue una nube de polvo entrante y los sirvientes corriendo.

"¡¿Qué pasó?!" Le grité a la Lucy entrante que estaba tosiendo debido al polvo, ayudando a uno de los niños caídos.

*¡tos!*

*¡tos!*

"¡R-Richter-sama golpeó a Lucifer-sama! N-No sé cómo pasó, había sido G- Grayfia-sama pero luego apareció alli y... ¡lo golpeó!" Parecía todavía estar sumida en el caos, pero la información que me proporcionó fue suficiente para que todos supiéramos que las cosas no iban a terminar bien.

Desde las ventanas del castillo, vi una luz dorada cegadora y lo siguiente que sucedió fue que la hermana mayor salió disparada como una bala, persiguiéndolos.

"¡Tenemos que irnos también!" Serafall gritó angustiada, Falbium y Ajuka asintieron, saliendo disparados del castillo a través del enorme agujero que acababa de abrirse en el cuarto piso.

"¡Madre, quédate aquí!" Le dije a mi madre quien estaba pálida como una sábana blanca, ella asintió y fue a ayudar a todos sus queridos sirvientes, parecían estar todos bien, solo sacudidos por la repentina explosión.

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*¡¡¡BOOOOOOOMMMMMMMM!!!!*

"¿¡Eso es todo, Lucifer!?~"

"¡CALLARSE LA BOCA!"

*¡¡¡BOOOOOMMMMMMMMMMM!!!!*

Devastación. Esa era la única palabra que podía describir las afueras del Territorio Lucifuge, un bosque salvaje lleno de colinas y claros, completamente destruido; azotado por cráteres gigantes y montañas aplastadas.

Se estaba librando una batalla de titanes.

Sirzechs tosió sangre con expresión solemne, sin duda enfrentándose al peor rival con el que se había topado jamás. Peor que el dios nórdico del trueno, peor que el dios olímpico de la guerra.

Gritó con furia, levantando ambas manos mientras una gigantesca bola de destrucción se materializaba casi instantáneamente, sin duda el portador de destrucción más fuerte incluso entre los Baels.

Por desgracia, cuando estaba a punto de lanzarla, el puño de Richter se estrelló contra la bola de destrucción, destruyéndola con sus garras, arañó la muñeca de un incrédulo Sirzechs y con una expresión maníaca le dio el golpe más cruel directo a la cara.

*¡¡¡BOOOOOOOMMMMMMMM!!!*

El diablo sintió como diez camiones impactaron su rostro, destrozándole varios dientes. Se vio obligado a volar como un muñeco de trapo, pero el Dios Dragón no lo soltó; Apretando los dientes, Sirzechs golpeó el abdomen de Richter.