3

249 23 7
                                    

Más allá del cinturón de asteroides, una luna verdosa fue a hacerse presenta con su planeta.

—TITAAAN, ¿DONDE ESTAS?— Saturno estaba gritando como loco, su preocupación lo estaba arrastrando hacia la locura.

—agh, "Titán, Titán", ¡Siempre es Titán!— susurraba encelado junto con japeto y mimas.

—¡Pues claro que sí, él es mi luna favo-!, digo, ¡Él es una de mis lunas!, obvio me voy a preocupar por él.— Saturno intentaba justificar su preocupación por la luna acosado- digo, titán.

—aja...— fue lo ultimo que dijo encelado para seguir hablando con las otras dos lunas.

—¡SATURNO!— titán por fin había llegado a su orbita, jadeando por aire del cansancio— ya, ya estoy aquí—

—¡Titán! ¿¡DONDE HAS ESTADO?! estaba MUY preocupado— Saturno decía con una voz triste, intentando dar un poco de pena.

—perdón, Saturno, a-ah- tenía unos pendientes que terminar— obviamente estaba mintiendo, bueno, si practicar una presentación con un asteroide para impresionar a su ídolo es un pendiente, decía la verdad.

—bueno, está bien.. ¡PERO NO TE VUELVAS A IR SIN AVISARME!— Saturno jamás había dado un grito tan agudo como ese.

—si, si, n-no volverá a pasar, lo prometo— dijo Titán tratando de calmar por completo a Saturno.

Mientras las otras lunas estaban de viejas chismosas, riendo y susurrando mientras veían la dramática escena que Saturno estaba armando.

Mientras las otras lunas estaban de viejas chismosas, riendo y susurrando mientras veían la dramática escena que Saturno estaba armando

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En la órbita de Ricitos de oro, una luna y un planeta por fin tenían su tiempo a solas, estaba la luna en el regazo del planeta.

Estaba recibiendo algunos mimitos, besitos y abrazitos.

Luna se veía muy tranquilo con tierra, de hecho, estaba disfrutando ese momento; no siempre se puede disfrutar de los padres.

Luna no era un mimado, pero le encantaba presumir la atención que recibía de su planeta, y más a venus quién tenía cierta admiración a tierra por su habilidad de fertilidad (o sea de tener vida, ptm yo mismo me confundo).

Por el momento Tierra solo le estaba acariciandole la cabeza a su Lunita.

—oye Tierra...— pregunto con una voz baja el satélite

—¿Si, luna?— respondió el planeta, mientras seguía acariciando la cabeza del satélite, recargado en un asteroide, sin dañar a sus terribolas.

—tu... ¿siempre estarás a mi lado?, digo... ¿No me dejaras cierto?— la pregunta del satélite ofendía al planeta; aunque sabía que no siempre podría acompañarlo, o cuidarlo, no queria ver a su satelite triste en ese momento.

—Claro que si mi lunita, siempre estaré contigo— dijo para después abrazar al satélite, un abrazo correspondido

Luna tenía su cabeza recostada en el pecho del planeta

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 02 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El viejo violín de tierra 🌎🎻//No idea originalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora