Capítulo 2

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Capítulo dos

Se preguntó si la manta había sido descubierta como desaparecida, o si Harry estaría en problemas cuando lo fuera. Supuso que no había forma de que el pobre muchacho argumentara que su primo lo había hecho. Dudley no era exactamente del tipo que ofrecía amabilidad a los perros callejeros. Se levantó de la manta, que estaba un poco mojada de rocío, arrepentida pero con ganas de mantener a Harry fuera de problemas. Lo sacudió a fondo y lo dobló tan cuidadosamente como sabía cómo — sus dedos eran torpes con la idea de tratar de ser doméstico. Se preguntó si debía irse, salir del círculo de Aurors que estaban "protegiendo" a Harry de él. Podría ser que parte de su rutina era venir a la casa regularmente, y lo atraparían si lo fueran.

El día apenas comenzaba, el cielo se encendió con el amanecer, y él juzgó que eran las seis en punto. Había estado viendo el amanecer a la intemperie durante unas semanas, pero la belleza todavía se sentía nueva y fresca. Se sentó en el estoop y lo disfrutó por un momento. Estaba empezando a sentirse casi humano de nuevo.

La puerta trasera se abrió, y la voz de un niño pequeño charlando de emoción habló detrás de él,

"El tío Vernon va a trabajar temprano y se detiene en una panadería para desayunar, así que aquí está su parte . . . oh!"

Saltó y giró salvajemente para ver a Harry mirándolo con miedo y conmoción. Oh, maldita sea.

"Quién eres?" Preguntó Harry con una voz pequeña y temblorosa.

Tratando de mantener la compostura, dijo, "Puedes llamarme James si realmente quieres, pero mi nombre es en realidad Sirius."

"Oh, wow."

"Cómo lo haces, entonces?" Harry le preguntó cuándo se había calmado lo suficiente como para escuchar, su voz sorprendentemente no estaba asustada. "Es un truco de magia?"

Sirius se hundió lentamente hacia abajo sobre el estoop y sonrió irónicamente. "No es un truco, pero es magia, está bien."

"La magia no es real", se burló Harry.

"No lo crees?"

"No."

"Así que crees que ese perro se escapó y me pasó a pasear por tu patio trasero después de eso?"

"Sí", dijo el niño valientemente, luciendo confundido.

Sirius sonrió, sorprendido de que pudiera. Pensaba que había perdido la habilidad. "Entonces, ¿cómo se dobló la manta?"

El niño miró la manta por un momento, luego de vuelta al hombre harapiento que necesitaba desesperadamente un afeitado y un corte de pelo. "Bueno, ¿qué haces aquí?"

"Mirando por ti", dijo gravemente. No había querido sorprender a Harry con su forma humana tan rápido, pero ahora que lo había hecho, supuso que el resto de la historia no podía ser ayudado.

"Por qué?" preguntó el niño, dando un paso atrás hacia la puerta. Como si estos muggles pudieran ofrecerle protección contra Sirius, que era la idea más ridícula que había escuchado en mucho tiempo, de hecho.

"No sabes quién soy? Sirius Negro?"

"No."

"No te contaron cómo Voldemort encontró tu casa entonces, ¿verdad?"

"Qué?"

"Matar a tus padres."

"Alguien mató a mis padres?" el niño susurró, luciendo asustado y desconcertado. "Pensé que tuvieron un accidente automovilístico."

El Sabio: Libro Uno: Convertirse -COMPLETO-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora