El Sabio: Libro Uno: Convertirse -COMPLETO-

Capítulo 8

A/N: A: Gracias por las reseñas del último capítulo, todos! ¡Sigue viniendo! ¡Quiero saber lo que te gusta/no te gusta para asegurarme de tener mucho de lo que estás buscando en futuros capítulos! Para responder a una pregunta planteada, tomará casi todo el primer libro antes de que Harry regrese a Inglaterra, por lo que no verás ninguna confrontación con Dumbledore/Voldemort muy pronto. Sin embargo, habrá alguna acción después de este punto. ¡Arc Two llegará esta semana!

Capítulo Ocho

Sirius bebió su bebida, sintiendo un dolor agradable en cada músculo de sus brazos y pecho. No fue el dolor doloroso de las primeras semanas de trabajo agotador que había encontrado y luchado, solo el agotamiento gratificante de un día de trabajo duro. Había recogido un trabajo casi tan pronto como él y Harry llegaron a Río de Janeiro. Fácil en la mente y duro en el cuerpo, cargando y descargando en un almacén. Como lo había hecho en Wyoming, había conseguido trabajo para evitar drenar el viejo dinero de la familia en el que había confiado cuando habían estado en Japón. Lo bueno del trabajo manual es que nadie hizo demasiadas preguntas. Hiciste tu trabajo, te entregaron algo de dinero y te fuiste a casa. No era suficiente dinero para apoyar completamente a los dos, ya que Sirius había elegido un vecindario donde no lo hicieron'no tiene que preocuparse por ser asesinados con demasiada frecuencia, pero se las arreglaban lo suficientemente bien como para adaptarse a él.

Había muchos otros tipos que hicieron un trabajo similar, y este era uno de los bares en los que les gustaba pasar el rato. Sirius había entrado con otros dos tipos del almacén. Quería encajar lo suficientemente bien como para evitar parecer un extraño sospechoso. No sabía qué tan lejos se habrían extendido las noticias mágicas del mundo de él y Harry, y tal vez fue ridículo pensar que uno de los tipos que levantaba cajas en un almacén era un mago al que le importaría eso .. . pero él estaba aquí trabajando en el almacén, ¿no?

Uno de los tipos con los que había venido era un hombre que acababa de comenzar a trabajar con ellos a principios de semana, un aburrido, un tipo de persona que estaba guardando bebidas como si estuviera compitiendo al final de la noche, y Sirius no creía que ese tipo le diera un Knut para saber que Sirius era un convicto fugitivo con un niño secuestrado. El otro chico . . bueno, él y Miguel estaban llegando a ser amigos, casi. Y Miguel no era como la mayoría de los tipos con los que trabajaba. Era agudo y decentemente educado, y en realidad podría hacer algo con ese tipo de información. Sirius no sospechaba que fuera un mago, pero dudaba que Miguel mirara para descubrir que existían. No por primera vez, se preguntó qué estaba haciendo un tipo como él en una vida como esta.

Uno de los otros trabajadores vino tropezando hacia donde se sentaron, aplaudió una mano sobre el hombro de Miguel y dijo algo demasiado difícil para que Sirius se besara. No era tan bueno entendiendo el lenguaje, de todos modos. Miguel agarró la muñeca del hombre, y en un movimiento fluido, se dio la vuelta y giró al borracho. Procedió a empujar la cara del tipo a una pared, haciendo que Sirius se levantara y adoptara una postura de lucha por instinto. Pero el hombre se arrugó deshuesadamente en el suelo, y nadie se apresuró a defenderlo. Miguel recogió su bebida y la drenó, arrojó una factura al mostrador y salió.

"Hey!" Sirius dijo, abandonando su bebida y siguiendo a Miguel. "Oye, ¿qué acaba de pasar?"

Miguel se dio la vuelta y sonrió torcidamente. "Amo a mi hermana, pero creo que la mataré", dijo, esperando a que Sirius se ponga al día.

Su hermana, a quien Sirius nunca había conocido, aparentemente era una prostituta o algo así. Miguel nunca lo había explicado completamente, pero era difícil malinterpretar el aspecto que un par de chicos tenían cuando hablaban del gemelo de Miguel. Probablemente era hermosa, pensó Sirius un poco melancólicamente, mirando la fina estructura facial de Miguel y la piel clara.