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|Fernanda|
Desperté un poco confundida, creía que todo había sido un sueño hasta que vi que estaba en un cuarto muy distinto al mío. Sin duda Hassan tenía bastante dinero. No lograba entender porque me había elegido a mi, había chicas más lindas que yo, pero el no las tomo en cuenta.
Sinceramente quería huir de ahí, no se me hacía del todo malo estar ahí pues era Peso Pluma pero tenía un hermano por el cual trabajar y lo que estaba pasando ahora no podía durar mucho.
Cuidadosamente salí de esa habitación intentando no hacer ni el más mínimo ruido, baje cuidadosamente las escaleras y por fin estaba enfrente de la puerta, jale la perilla pero inmediatamente se escuchó su voz, no sabía que hacer quería irme pero algo me lo impedía.
-H: ¿A donde crees que vas?.
Volteé a verlo, el ni siquiera lo hacía. Tomaba su café mientras veía su celular.
-F: Me tengo que ir.
-H: No irás a ningun lado.
Me preguntaba si solo estaba teniendo un mal día o siempre estaba así de serio, claro que no nos conocíamos no teníamos la confianza como para sonreír a cada segundo pero el Peso Pluma que había visto en videos o fotos se mostraba alegre y carismático pero el que tenía enfrente era todo lo contrario.
Seguía sin verme, me desesperaba permanecer en este lugar, gire la perilla y camine, había una gran entrada, a lo lejos se veía la carretera, seguí caminando con la intención de volver a mi casa.
Unos brazos me tomaron de la cintura y me llevaron de vuelta adentro de la casa como si fuese una niña pequeña.
-H: Te dije que no te irías, ¿Que acaso no entiendes?. —dijo irritado mientras me sentaba en una silla. Simplemente lo mire sería.
-H: No me hagas hacer que alguien te esté cuidando, ya no eres una niña pequeña como para andar cuidándote.
-F: Es que no me deberías de cuidar, yo ni siquiera acepte quedarme aquí contigo.
-H: Pero así son las cosas, y seguiremos así por un buen tiempo.
-F: ¿Pero por qué?. —me comenzaba a desesperar.
-H: Ya te lo explique. decía mientras regresaba la mirada a su celular.
-F: Yi ti li expliqui. —lo imite, me miró serio y volteo los ojos.
-H: ¿Vas a desayunar o seguirás con tus tonterías?.
-F: Entiende por favor, tengo un hermano que está enfermo y tengo que trabajar para que esté bien, no puedo estar aquí como si nada estuviera pasando.
-H: Tan solo desayuna. —dijo sin importancia mientras me acercaba un plato de comida.
Le acababa de contar algo que me tenía mal y el solo me acercaba comida. ¿Que acaso no tenía sentimientos o al menos un poco de empatía?.
Ignore la comida, simplemente me quedé mirando hacia la nada, aparto la vista del celular para verme a mi, notaba que me veía un tanto enojado, al parecer no era el único que se estaba desesperando con la presencia del otro.
-H: Bien, si no vas a comer entonces ve a bañarte, saldremos en 15 minutos. —lo ignore.
-H: ¿Es en serio?.
Me volvió a cargar, subió las escaleras y me dejó enfrente de una puerta.
-H: Ahora bañate. —decia mientras me empujaba hacia adentro de la habitación.
Volteé los ojos y finalmente me bañe, me tarde un poco.
-H: Apúrate. —se escuchaba desesperado
Lo seguí ignorando, me tarde unos minutos más.
-H: No me hagas entrar.
-F: Degenerado estupido. —le grite.
Escuché que comenzaba a intentar abrir la puerta aunque tenía seguro.
-H: ¿Que dices?.
-F: En unos minutos salgo.
-H: No tardes más.
Salí de bañarme, fuimos a un centro comercial el cual era bastante grande. Varias chicas reconocieron a Hassan, el le guiñaba el ojo a algunas, yo solo caminaba a su lado como una tonta.
Noto que unas cuantas personas se juntaron a tomarnos fotos, el sonrió victoriosamente. Su plan estaba saliendo tal y como el quería.
Me tomo de la mano y seguimos caminando, una chica se acercó a pedirle una foto, el accedió y se distrajo, era el momento perfecto para irme de ahí.
Me aleje lentamente y corrí lo más lejos que pude, a lo lejos escuché que Hassan me gritaba.
-H: Fernanda detente.
Por más que corría fue inútil, a los cuantos pasos me alcanzó.
-H: Así es ella. —le dijo a una fan que nos veía confundida.
Me tomo de la mano, está vez más fuerte.
-F: Ey, me lastimas. —dije intentando quitarme de su agarre.
-H: Eso es lo que te pasa por quererte ir otra vez.
La gente seguía y seguía con las fotos, Hassan se detuvo y me miró fijamente. Junto nuestros labios en un beso lento, a pesar de que no estaba de acuerdo con la situación, ese beso acelero mi corazón.
-H: Era para la foto. —me dijo sonriente.
Ese beso no le quitaba lo estupido.
Entramos a varias tiendas donde me compro bastante ropa, finalmente regresamos a su camioneta. Lo mire fijamente.
-H: ¿Que? ¿Acaso quieres otro beso?. —se burló. Le di una cachetada.
-F: Tus besos solo me dan asco. —Hassan elevó los hombros.
-H: Si claro. —dijo incrédulo.
Claramente no era verdad, la realidad es que si tenía ganas de probar una vez más sus labios pero no podía aumentar su ego.
