¿Es amor?
XXVIIDania
Era un día cálido, el sol era resplandeciente, las aves cantaban por todos lados, mientras caminaba podía sentir los rayos del sol golpear mi piel desnuda por el vestido.
Pasé mi mano por mi cabello, haciendo que mis falanges se enredaran un poco en el, llevé un mechón detrás de mí oreja deteniéndolo mientras mis ojos encontraban tu mirada.
Observé como tus pupilas, se dilataban momentáneamente, sonreí de vuelta, mordí mi labio ligeramente, por los nervios, sentí como mis manos empezaban a sudar y temblar, pero al primer roce de tu mente sabía que eso ya no sería así.A lo lejos pude observar algo que me llamó la atención, una luz deslumbrante que entraba en mis ojos, un brillo único que saciaba mi corazón obligándolo a temblar, observé tu sonrisa que inmediatamente me provocaba mareos breves y obligaba a mi pulso a competir contra el tiempo.
(...)
Parecía un día triste, de aquellos en los que las calles están desoladas, no hay ruido, solo se percibian los susurros del viento.
Me abracé más a mi, tomando entre mis manos la tela de mi abrigo sobre las mangas de aquella prenda, sentía como el frío empezaba a calar mis huesos, congelando mis articulaciones. Comencé a avanzar más rápido intentando ignorar la resequedad que se empezaba a formar en mis mejillas y labios, pasé mi lengua sobre ellos intentando humectárlos, fallando en el intento.Mis pies cada vez pesaban más, parecía que se enterraban en el frío suelo evitando que yo avanzará, pero lo seguía haciendo, aunque mi cuerpo me decía "alto", mi mente decía "lo necesito"
Llegué a una puerta de madera, me quedé frente a ella observándola con profundidad, como si estuviera indagando dentro de mi mente antes de tomar una decisión, entrar o no.
Lo hice, lentamente lo hice e ingresé dentro de la casa, caminé a pasos torturosamente lentos hasta que te encontré y no sabría describir los sentimientos que sentí al verte pero amor no fue.
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¿Dónde estoy?
PoetryAunque la forma en la que he aprendido a convivir con mis sensaciones me ha permitido aceptarlas un poco, sentirlas de vez en cuando no esta mal, tenerlas ahí, tampoco, pero lo mejor es saber balancearlas y asi poder vivir un poco mas tranquilo o ta...