Vos y yo

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Enzo no dejaba de sentirse entre las nubes; sonreía, estaba activo y de buen humor, había perdido un poco la seriedad que lo caracterizaba, el pibe lo tenía así.

Siguieron trabajando con todo el profesionalismo que se requería, pero cuando tenían tiempos libres se dejaban llevar, escondiéndose en alguna parte del hotel para poder estar juntos de otra manera.

Como un acuerdo implícito, solían levantarse antes que el resto y encontrarse en la cocina; algunas veces se encontraban con el personal del hotel que simplemente les sonreía y los dejaba solos.

Aquélla mañana parecía distinta, no hacía tanto frío y se podía estar sin la necesidad de tanto abrigo.
Enzo preparó café que llevó a la mesa dónde dicho personal había acomodado las bandejas de desayuno.
Matías estaba sentado allí, totalmente sumergido en el celular.

-desayuna que hoy es un día largo-le pidió bebiendo el primer sorbo de café

-uf, no sabía que había viajado con mi mamá-le respondió sin despegar la mirada del móvil

-dale nene, deja eso un rato y come conmigo

-¿y si no quiero qué?-preguntó Mati mirandolo

-voy a llamar a tu mamá en serio

-lo quiero ver "señora, su hijo no quiere desayunar porque prefiere estar con el aparatito, digale algo"

-y me creería, la cautivaria

-que autoestima-Enzo sonrío y siguió bebiendo café, Matias bloqueó su pantalla y dejó el celular sobre la mesa-le caerías bien a mis viejos, sos un tipo elegante, serio, trabajador...

-soy un tipo

-¿y? mi família no discrimina, si yo te elegí te van a aceptar

-¿y el tema de la edad?

-si supieras...-agregó sonriendo, su novia era levemente mayor que Enzo

-dale pichón, antes de que se levanten todos

-¿que me decís asi?

-sos muy pichón vos

-buena, adulto mayor

-y, más grande que vos soy, nene

-no soy un nene

-¿sos grande vos?

-y si ¿no me ves?

Enzo sonrío de ternura, Matias era, en todo el set, el mas tierno de todos, al menos para él.

-lo que yo veo es que tenes que comer algo, acompañame, dale

Bufando pero obedeciendo Matias le hizo caso y una mañana más desayunaron a solas.

●●●

Tal como Enzo dijo, el dia fue bastante largo, como el clima empezaba a cambiar tenían más horas de sol que permitían grabar más y esa era una oportunidad que no desperdiciaban.

Luego de la cena y cuando todos estaban metidos en sus actividades, Enzo fue a su cuarto; faltaba bastante poco para terminar, de hecho, algunos actores habían vuelto a casa pues habían terminado sus escenas con éxito.
Él se preparaba para las suyas, repasando el guión con detenimiento en la comodidad de su cama.

Sin embargo la puerta de su cuarto se abrió de golpe y Matias apareció en ella algo sobresaltado.

-¡Enzo!-gritó desde el umbral

-¡¿qué?!-preguntó él asustado dejando el guión a un lado

-¡pasó algo!

-no me asustes ¿qué pasó?

Mati cerró la puerta y se acercó a la cama

-que te extraño

-¡dios! ¿sos boludo vos?

-jiji-se rió mientras se metía en la cama junto a él, acomodandose entre sus brazos

Enzo esperó que su pecho se tranquilizara y luego lo besó mientras lo tapaba con las frazadas

-no me hagas asustar asi, che

-bueno bueno-respondió el menor acomodandole la cabeza en su pecho

El tiempo pasó entre caricias y besos tiernos, sonrisas y risas nerviosas, una nube de intimidad que solo era suya.

Abrazados empezaron a dormitar, hasta que la voz de Mati rompió el suave silencio

-contame como te empecé a gustar

Enzo se rió mientras le acariciaba el pelo

-no sé

-¿como no? dale, ponele voluntad-se quejó mirandolo

-me hacías reír, sos muy gracioso...

-y lindo, que te haces el romántico

-sos muy lindo, si, pero mucha gente me parece linda y no por eso me pongo nervioso cuando la tengo cerca

-¿te pongo nervioso?

-me pones de muchas formas

Enzo lo besó, cada beso parecía más confiado que el anterior.

-que raro ¿no? esto, vos y yo...

-si, pero no tiene nada de malo-respondió Mati metiendo una mano bajo la remera de Enzo, acariciandole el pecho-se siente bien

-lo sé, pero bueno, vos tenes novia, vamos a terminar de filmar, vamos a volver...

-no pienses de más, Enzito, tenemos esto ahora, después se verá

Enzo asintió y volvió a besarlo.
rápidamente sus cuerpos estaban tan pegados que la temperatura nocturna aumentó.
los besos empezaron a ser más intensos al igual que la respiración y cuando el mayor empezaba a tomar más territorio de poder sobre el cuerpo ajeno,se detuvo

-si tenemos que esperar para esto es mejor que te vayas ahora

Matias bajó la vista y sonrío

-que pajero

Enzo, algo avergonzado, se dejó caer en la cama y miró como Mati salía de la misma

-capaz mañana...

-no hay apuro, nene

Matias se inclinó y le besó una mejilla para luego irse.
Enzo se quedó allí, movilizado, el pendejo lo tenía como quería.

Mirando el fuego: 𝐞𝐧𝐳𝐨 𝐱 𝐦𝐚𝐭𝐢𝐚𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora