El viaje relámpago a Argentina fue casi en silencio.
Matías desbloqueo a Malena para intentar comunicarse con ella pero fue imposible y así continuó, sin saber nada,incluso después de registrarse con Enzo en un hotel.Enzo quería descansar, tenía un dolor de cabeza persistente, pero no pensaba dejar solo a Mati que estaba decidido a ir a casa de Malena, necesitaba saber que estaba pasando.
Cuándo llegaron y ella abrió la puerta no parecía sorprenderse, ni por la presencia de su ex allí ni por la de Enzo, que se sentía de más.
-yo mejor vuelvo al hotel, tienen que hablar ustedes...
-no-le pidió Mati tomandolo de la mano-quedate conmigo
-a mi no me importa que estés-le dijo Malena-pero no quiero hablar con vos,Matias, no tenemos nada de que hablar, segui con tu vida
-no puedo seguir con mi vida si...
-no grites que tengo vecinos yo
-hablemos bien entonces
Casi a regañadientes, los dejó pasar.
Los tres se sentaron en la mesa que alguna vez usaron para cenar juntos y ella les miró las manos-¿tienen anillos?
-si-dijo Mati mirando su alianza
-nunca te quisiste casar
-si te lo proponía me dejabas, sos vos la que nunca quiso un compromiso conmigo
-y de golpe llega este y...
-se llama Enzo, no lo ataques porque no tiene nada que ver
Enzo tragó saliva y con ella, sus palabras, tenía comentarios para hacer pero prefería reservarlos, el tema allí no era él.
Mati se relajó, entendió, como Enzo, que ponerse a discutir con Malena en ese momento no conducía a nada, tenían que hablar de un asunto más importante.
-¿a qué venis? te estuve llamando por semanas y ahora de golpe venís acá, gritas en el pasillo, traes a...tu amigo
-mi novio, mi prometido
-sisi, lo traes acá...¿que querés?
-saber, andas por los medios hablando de un embarazo, haciendome quedar mal...
-¡y todavía querés quedar bien! vos sos un irrespetuoso
Mati tomó dos respiraciones profundas y se obligó a calmarse.
-Male ¿es mio?
-¿que pregunta es esa?
-¿si?
Ella llevó la mano a su panza, que era poca, y empezó a llorar.
-si, Matias, y no me importa lo que quieras hacer vos, asumí que no vas a estar, asi que andate a Uruguay tranquilo, no tenés que hacerte cargo de nada...
-claro que sí-dijo Enzo-si ese bebé es suyo, claro que se va a hacer cargo
-ah ahora entiendo que haces acá, sos su abogado
-no, pero soy su pareja, lo estoy acompañando...
-él bebé es tuyo-le dijo mirando a Matias-y lo voy a tener, podes hacer lo que quieras, sentite libre
No hubo mucho más que decir, y poco después volvieron al hotel, más confundidos que antes.
Mientras Matías tomaba una bebida de la mini heladera, Enzo se apoyó en el balcón del lugar, había muchas cosas que no le cerraban.