4. ¿Por qué no se lo dices?

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31 de octubre de 1995

Harry Potter

Ya no me gustaba todo esto, ¿pero como le decía a la chica de la que estaba enamorado que quería estar con ella? A veces podía ser idiota, pero eso en parte era heredado de mi padre.

Así que en parte era culpa suya, y no es que tuviera buenas opciones de ayuda en como conquistar a una chica.

Ron no es que no fuera bueno, pero estaba en las mismas que yo, ninguno sabía.

¿Cómo había hecho papá para conquistar a mi madre?

Supongo que tendría que preguntarle al tío Remus y a Canuto, porque necesitaba urgentemente también unas clases para conquistar el corazón de Esme, antes de que cualquier idiota lo hiciera primero.

Además, tampoco es que ayudara mucho el hermano sobreprotector que tenía. ¿Por qué no podía ser todo más fácil?

¿Qué le costaba a la vida hacer que la persona que me gusta se fijara en mí? Después de todo me lo merecía porque cada año atentaba mi vida de maneras diferentes. 

—Harry, ¿estás ahí? —miré a Hermione.

Los tres estábamos en nuestra sala común y seguramente algo me había dicho Hermione, pero no le presté atención. Lo único que se me pasaba por la cabeza en estos momentos era Esme. 

Por Merlín, parecía un idiota enamorado, que es como me había apodado Ron. 

—Perdón Hermione, estaba pensando en otras cosas... Estaba en mi mundo —Ron me abrazó por los hombros divertido. 

—Estabas pensando en tu mundo, ¿verdad? Y con tu mundo me refiero a Esme —le empujé suavemente, consiguiendo que él soltara una carcajada. 

Tenía una manía muy grande, y era que no dejaba de burlarse de mí. Ya me gustaría a mí verlo de esta manera alguna vez, aunque estaba seguro de que ya lo estaba y ni siquiera él mismo lo sabía porque cuando quería también podía ser un idiota.

—¿Sabes una cosa Ron? Estoy esperando a que llegué el día en el que estés de la misma forma que yo, porque te juro que cuando eso pase yo voy a estar ahí para molestarte de la misma manera o incluso mucho más. Así que prepárate porque yo seré peor. 

—No aguantas nada Harry —le miré mal. 

—Silencio, ahora necesito pensar en como invitar a Esme a una cita en Hogsmeade sin que su hermano mayor me mate en el intento. Porque estoy seguro de que Matt sabe mil maneras de matarme de manera dolorosa y lenta. No sé qué prefiero, que me maté Voldemort o que lo haga Matt por intentar tener una cita con su hermana.

Ron rio de nuevo.

—Te deseo mucha suerte entonces, porque Matt por su hermana es capaz de hacer cualquier cosa. Así que lo tendrás muy complicado, él es el tipo de cuñado que podrá hacerte mierda con una palabra —Hermione le pegó con el Profeta en la cabeza—. ¡Auch!

—¿Qué ánimos son esos? Se supone que es tu mejor amigo. Deberías animarlo positivamente, así nunca tendrá el valor de confesarle a Esme sus sentimientos.

 —Oh vamos Hermione, se supone que Harry es de Gryffindor, la casa de los valientes y le da miedo el hermano de Esme. 

—A ti también te da miedo el hermano de Esme Ron —dijo ella y yo miré divertido a Ron. Era un hecho, todos teníamos miedo a Matt. 

Lo dije, Matt por Esme sería capaz de hacer cualquier cosa. La relación de hermanos que tenían era algo que a mí también me hubiera gustado tener. Siempre estaban para el otro en todas las circunstancias, y si como todos los hermanos tenían sus roces, pero ellos siempre sabían como arreglarlo. No los había visto nunca separarse por mucho tiempo por algún problema.

Stand by you ||Harry Potter||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora