♡ : CAPÍTULO X

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Con las manos dentro de sus bolsillos, el alfa de cabello castaño caminó todo el tramo que separaba el supermercado de su hogar. Llevaba un cigarrillo en los labios, observando las calles nocturnas pasando sigilosamente, las personas que caminaban de un lado a otro, lentamente y sin preocupaciones, causándole tanta envidia que no hizo más que apresurar el paso.

¿Por qué sus decisiones siempre resultaban ser equívocas? Pensó que cambiándose de ciudad y olvidando todo lo ocurrido, nada malo iba a ocurrirle. Creyó que en Busan encontraría la paz que necesitaba, pero fue todo lo contrario. Conoció a Jeongin de manera inesperada y todo lo que transcurrió en su relación fue tan abrupto e inapropiado, pero, a la vez, tan maravilloso que no sabía si se alegraba o entristecía por todo lo vivido.

—¿Cómo podría estar con alguien como tú? Eres un alfa ridículo, existen mejores que tú, Hyunjin... por eso, preferí a tu mejor amigo. Nunca estuviste a mi altura ni lo estarás, ningún omega va a quererte como pareja, terminarás igual que ahora: solo.

Recordó las palabras de Seungmin y no tardó en sonreír con amargura y dar la última calada a su cigarrillo para luego tirarlo en la acera.

—Fuiste demasiado cruel, Seungmin, pero tenías razón. Me quedé completamente solo, fui engañado de nuevo. ¿Te sentirías feliz de verme así?

Caminó nuevamente con la mirada pegada al suelo, sentía toda su vida viniéndose abajo nuevamente, su lobo se había retirado de su interior unas semanas antes, pues él mismo había alejado a su pareja de manera cruel. Pero, ¿tendría que haberlo escuchado sabiendo que diría las mismas palabras que había escuchado anteriormente? ¿Por qué vivir lo mismo si podía alejarse antes de que fuera más lejos?

Hwang sabía que sus padres apoyarían sus decisiones y se mantendrían con él sin importar lo que hiciera. Quería irse de allí para siempre, perderse en otra ciudad, conocer más personas, vivir como no había podido hacerlo los últimos meses y no mirar atrás nunca más. Pero, en cuanto sus ojos se topaban con el omega de cabello azul o cuando observaba su ventana anhelando verlo una vez más, se arrepentía de pensar en irse.

—Hyunjin...

Volvió a recordar su rostro lleno de lágrimas y el dolor al sentirse rechazado.

Debía pensar que había hecho lo correcto, Jeongin no era el omega que él había querido para su vida, él no iba a poder curarlo, solo lastimarlo.

Con ese pensamiento en mente llegó a su hogar, se quitó los zapatos en la entrada y caminó hasta su habitación, su padre no estaba, pues había informado que estaría con el señor Taehyung en una salida nocturna. Lo que le dejaba una noche larga de paz y tiempo de modificarse con sus propios sentimientos, como últimamente ocurría.

Cuando levantó la vista, se hallaba en el pasillo y la luz de su habitación se hallaba encendida. Se extrañó por ello, nadie más estaba en su casa. ¿Se habría olvidado de apagarla antes de retirarse? Caminó hasta su habitación y trató de girar la perilla, pero el suave aroma a vainilla de coló por sus fosas nasales. Se detuvo en seco al reconocerlo, aquel aroma solo le pertenecía a Jeongin, era el único omega que conocía que olía así. ¿Estaba imaginándolo? ¿Qué hacía Jeongin allí?

Abrió la puerta con sigilo, adentrándose completamente segundos después y observando que, efectivamente, el omega se hallaba en el interior.

—Hola, Hyunjin... — su sonrisa se mostró débil y sus manos temblaban en su regazo, observó sus ojos y las ojeras bajo ellos.

Quiso abrazarlo en ese momento, pero se resistió al impulso. Dio un largo suspiro y dejó sus cosas a un lado de la entrada.

—¿Qué quieres, Yang? — preguntó segundos después.

I want it, I got it ❁ HyunInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora