Kanao Tsuyuri y Tanjiro Kamado están casados desde hace 7 años y son un matrimonio perfecto o al menos eso piensa la gente que los ve, pero esto no es más que una fachada para mantener una imagen
Aoi Kanzaki entro a trabajar en la casa de este matri...
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Pasado
—¿De nuevo te escapaste de tus padres?— Pregunto tanjiro.
—Si— Contestó kanao.
—Bueno, ya no puedes dar marcha atrás, vamos por un helado—
—Esta bien—
Ambos caminaron, compraron sus helados y se sentaron en una banca del parque.
—¿Sabes lo que pasará cuando te encuentren?— Pregunto tanjiro preocupado.
—Lo se, lo sé, a la perfección, pero ya estoy acostumbrada, al menos pude hablar contigo un rato, ahora vete no es bueno que te vean conmigo—
—Pero... Está bien, me voy, adiós kanao—
—Adios—
Tanjiro se fue, no quería dejar sola a kanao pero no podía hacer nada contra el vigilante de kanao al menos no de frente.
Una camioneta negra se paró enfrente del parque y de ella bajaron dos hombres con traje que se acercaron a kanao.
—Kanao-sama ya hablamos sobre que no debe escaparse, sus padres están muy molestos—
—Lo se, Aoto, vamos a casa—
Kanao subió a la camioneta.
Al poco tiempo llegaron a su casa, bajo de la camioneta y entro a la casa, en las escaleras estaba su padre viéndola de manera fría.
—¿Por qué te volviste a escapar? ¿Que no has aprendido a no desobedecer mis órdenes?—
—Estaba aburrida, no voy a quedarme toda la vida encerrada—
—Te enseñaré a obedecer mis órdenes, ya e tenido muchas consideraciones contigo— El padre kanao chasqueo los dedos y dos hombres con traje llegaron.
—¿Se le ofrece algo señor?—
—Mi hija necesita un lección, asegurense de que aprenda a no escaparse—
Los hombres agarraron a kanao y se la llevaron a el sótano, en el había muchas cosas que nadie quisiera ver, kanao no puso resistencia estaba acostumbrada a esto.
Los hombres la hicieron arrodillarse, le quitaron la camisa y uno de ellos empezó a azotar su espalda con un látigo, dejando marcas profundas en su espalda.
