Avanzando

Capítulo 41 : Reunión nocturna

Daphne y Tracey ya estaban presentes en la oficina de Dumbledore cuando Harry llegó para responder a la petición del director de unirse a él de inmediato. De todas las miradas que podría haber pensado ver en los rostros de sus novias después de la breve carta que le enviaron junto con Dobby, las sonrisas habrían estado bastante cerca del final de la lista. Sin embargo, allí estaban, mirando hacia la izquierda del escritorio de Dumbledore con gran diversión. Harry siguió su punto de vista y vio la visión inesperada de la Profesora McGonagall hablando con uno de los aurores estacionados alrededor del castillo. Harry lo reconoció como el Auror Wilson, el auror que en realidad estaba a cargo de todo el grupo. Sin embargo, no parecía estar a cargo de mucho de nada en este momento, con McGonagall preocupándose por él y alisando su túnica.

"Estoy de servicio ahora mismo", refunfuñó el auror, intentando y sin éxito evitar que el sonrojo de vergüenza se extendiera por su rostro. Harry vio que Tracey se tapaba la cara con la mano para ocultar su risa.

"Deber o no, siempre querré protegerte", dijo McGonagall. "Puede que ahora seas un auror, ya adulto, pero sigues siendo mi nieto".

Los ojos de Harry se abrieron como platos. No sabía que McGonagall alguna vez había estado casada ni tenido hijos, y mucho menos nietos. Pero supuso que había muchas cosas que no sabía sobre su Jefe de Casa y el resto del personal de Hogwarts. Esto ciertamente respondió a la pregunta de por qué ella se preocupaba tanto por él. Harry podía simpatizar con cómo se sentía Wilson. No había visto a McGonagall actuar así a menudo, y en las raras ocasiones en que ella mostraba ese lado más cariñoso, generalmente él había sido el objetivo. Que esto sucediera frente a todos mientras estaba de servicio tenía que ser al menos tan vergonzoso para Wilson como siempre lo había sido para Harry cuando ella había hecho algo similar con él.

"Ah, gracias por acompañarnos con tan poca antelación, Harry", dijo Dumbledore desde su asiento detrás del escritorio, logrando desviar la atención de McGonagall y su avergonzado nieto.

"Por supuesto, señor", dijo Harry, asintiendo mientras caminaba para unirse a sus amigas. Daphne sonrió y asintió, haciéndole saber que ambos estaban bien. "No me lo habría perdido". Esto era cierto. Estar aquí para esto era lo suficientemente importante como para haber dejado a Pansy desnuda en su cama justo antes de estar a punto de follarla. Por muy divertido que hubiera sido, el tiempo de juego tuvo que esperar cuando recibió una carta como la que le enviaron Daphne y Tracey.

"Ahora que estamos todos aquí, ¿por qué no toman asiento y se ponen cómodos?" Dijo Dumbledore. Agitó su varita en el aire y se creó un cómodo sofá para tres y dos sillas individuales. Harry obviamente se sentó en el sofá con Daphne y Tracey, mientras McGonagall y Wilson ocupaban las sillas. Harry sonrió, dándose cuenta de que Dumbledore deliberadamente le había dado al avergonzado auror al menos un poco de distancia de su cariñosa abuela.

"Así está mejor", asintió el director. "Ahora, aunque todos hemos escuchado lo básico y sabemos por qué estamos aquí, ¿por qué no hacemos que las señoritas Greengrass y Davis cuenten su historia con mayor detalle, para que podamos analizarla a fondo?"

"Por supuesto, director", dijo Daphne. Ella y Tracey comenzaron a contar la historia completa de lo que habían descrito brevemente en su carta, pero Auror Wilson los interrumpió desde el principio.

"¿Por qué estabas en ese corredor en primer lugar?" preguntó el auror, cuando Daphne se había saltado esa parte de la historia. "Rara vez se utiliza y no habría ninguna razón obvia para ir allí a esa hora del día".

"Íbamos a regresar a nuestra sala común", dijo Daphne simplemente. "Es una ruta menos utilizada, pero después de más de cinco años como estudiante aquí, aprendes algunos pequeños trucos y atajos como ese". Obviamente estaba tratando de evitar cualquier discusión sobre su grupo y las actividades clandestinas que habían realizado dentro del castillo durante generaciones. Wilson no parecía satisfecho, pero Dumbledore habló antes de que pudiera.