MISTAKE //Lewandowski x Gavi //

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- ¿Q-qué? - Preguntó Robert, su expresión un reflejo de incredulidad, como si realmente no hubiera procesado las palabras de su esposa.

- Me escuchaste bien - La mujer polaca se levantó con determinación, sus ojos reflejaban una mezcla de decepción y rabia al encarar a su esposo.

- Yo no... - Antes de que pudiera continuar, una cachetada resonó en la habitación, dejando a Robert atónito mientras su mejilla ardía. Bajó la mirada al suelo, incapaz de enfrentar la mirada acusadora de Anna.

- Eres la peor persona que he conocido en mi vida, Robert Lewandowski - Anna no contenía su ira y le propinó otro golpe, expresando su indignación. - ¿Todo este tiempo estuviste con él? Cuando no llegabas a casa, cuando supuestamente tenían juntas con el equipo - Un silencio tenso se apoderó del ambiente, solo roto por la respiración entrecortada de Anna. - ¡Responde, maldita sea! - Exigió, buscando desesperadamente una explicación.

Robert empezó a asentir lentamente. - Sí... - Anna jadeó indignada. Aunque ya conocía la verdad, oír a Robert confirmarlo de su propia boca le resultaba extraño y doloroso.

- ¿Por qué lo hiciste? -, preguntó Anna con una mezcla de frustración y anhelo de comprender lo incomprensible.

- No sé -, admitió Robert, su voz temblorosa reflejando la confusión que albergaba dentro.

- ¿No sabes? - Anna rió sarcásticamente. - Entonces, voy a imaginar que todo este tiempo tu cuerpo era mágicamente poseído, y acababas en los brazos de Gavi por alguna extraña razón -.

- Anna, no es así -, intentó explicar, pero sus palabras fueron ahogadas por la furia de su esposa.

- Entonces háblame y sé un verdadero hombre, infiel asqueroso - Robert, abrumado, cubrió su rostro y empezó a llorar, una muestra de vulnerabilidad que solo avivó la ira de Anna. - ¿De verdad? ¿Lloras? A la que le vieron cara de estúpida fue a mí. ¿Y de verdad tú estás llorando? -.

- Es difícil -, murmuró entre sollozos, tratando de justificar lo injustificable.

- ¿Qué es difícil? Tú no fuiste el que se quedaba solo con las niñas durante noches, ni tampoco al que engañaron con otro hombre -, reprochó Anna, su voz cargada de amargura.

- Perdón -, murmuró Robert, pero su disculpa resonó vacía en la habitación.

- No, Robert. Eres un ridículo de mierda -, sentenció Anna con frialdad, una mezcla de desprecio y desilusión en sus palabras.

Lewandowski estaba perdido, sin saber cómo empezar o qué decir. Suspiró mientras veía a Anna caminar de un lado a otro, con una mirada asesina.

- ¿Vas a hablar o ya eres totalmente cobarde? - Dijo Anna, buscando respuestas que ella necesitaba.

- Yo... - Intentó articular Robert, pero las palabras se atascaron en su garganta.

- ¿Estás enamorado? -, preguntó Anna, sus ojos buscando respuestas en los de Robert.

- Lo estoy -, respondió él con una seguridad que chocaba con la fragilidad del momento. - Lo amo -. Los ojos de Anna se llenaron de lágrimas y desvió la mirada hacia el suelo, intentando procesar la revelación.

- ¡Tiene 19 años! -

- Lo sé... está mal. Fue un error -.

- ¿Por qué no me lo dijiste antes? -, preguntó Anna, su voz quebrándose.

- No quería hacerte daño. No quería ser una vergüenza para ti, ni para las niñas -, explicó Robert, sus palabras cargadas de pesar.

- ¿No querías hacerme daño? Me mataste, Robert... - Anna limpió sus ojos mientras trataba de contener el torrente de emociones que la invadía.