DxD: Nobleza Dorada

Parte 18

[Punto de vista de Richter]

He vivido lo suficiente como para no preocuparme por la belleza física cuando se trata de mujeres, pero eso no me hace inmune a ella.

Sin embargo, Grayfia Lucifuge me atrajo debido a su misterio. Había demasiadas cosas sobre ella que no sabía y que deseaba saber, pero al mismo tiempo... esos misterios añadían un encanto que difícilmente había encontrado en ninguna mujer antes de mi difunta esposa.

Esta entidad detrás de ella es convincente, su misteriosa raza que no existe en ningún otro lugar del multiverso de Helius es convincente.

Su cabello plateado, que se parece al de mi hermana, está arrastrado. Siento que estoy cayendo en una trampa y fue emocionante.

Sostenerla en mis brazos como si fuera mía mientras ella temblaba temiendo por su vida, aunque sabía que no iba a hacerle nada, era muy vanidoso.

Lleva días limpiando mis cuevas y ni un segundo le he quitado los sentidos, le dije que dormiría, pero no lo he hecho. Ella organiza todo cuidadosamente y limpia con una sonrisa en su rostro como si lo estuviera disfrutando.

Ella es incomprensible. La maté antes. ¿Por qué querrías hacer algo por alguien más de forma gratuita?

"Supongo que los demonios en su mundo son como divas aquí, son buenos por naturaleza".

...

Mientras miraba mis tesoros cuidadosamente ordenados; Tengo que admitirlo interiormente... se ven mejor de esta manera. Como si supiera de mi presencia, Grayfia tomó un objeto en sus manos y habló.

"¿Cuál es la historia de este huevo de oro?" Recogió un huevo de oro de su tercera cueva consecutiva.

Me quedé en silencio, si hablo ahora ella iba a saber que la he estado mirando, no puedo permitirlo. El Dios Dragón Dorado debe permanecer al margen, yo no persigo a las mujeres, ¡ellas me persiguen a mí!

"Por cierto, Richter-sama... ¿por qué tienes tantos huevos? N-no me digas... ¿los... pusiste?" Preguntó con una mirada que continuaba con miedo.

!!!

"¡NO LO HE MALDITO! ¡SOY HOMBRE!" ¡Mi cuerpo se materializó justo a su lado con indignación! ¿¡Cómo se atreve a sugerir algo tan hereje!?

Ahí va el prestigio y la amenaza del Dios Dragón Dorado.

Grayfia se asustó un poco por mi repentina llegada, mirándome de arriba abajo antes de que sus labios se curvaran en una sonrisa que parecía más bien una sonrisa de satisfacción.

"¿De qué te estas riendo?" Pregunté siniestramente.

"Nada~ si no los pusiste tú, entonces ¿por qué hay tantos?" Ella continuó acomodándolas, ignorando mi presencia, he notado que a la hora de hacer su trabajo; ella es bastante dedicada.

"Esos son obviamente huevos de otro Dragón. Para un Dragón, nuestra descendencia es incluso más importante que nuestros tesoros. Es por eso que tomar los huevos de otro dragón es un logro tan alto como robar sus tesoros". Como el gato estaba fuera de la bolsa, decidí simplemente sentarme a su lado y observarla.

Sostuvo el huevo por un rato antes de suspirar.

"¿Por qué? ¿Por qué los huevos son tan valiosos?" su expresión era triste cuando preguntó.

"Porque dependiendo de la fuerza del dragón, podría ser más fácil saquear los tesoros de todo un país que poner un huevo... o EN MI CASO embarazar a mi pareja y hacer que ella ponga un huevo. Cuanto más fuerte sea el dragón, más difícil para que tengan descendencia; por lo tanto, más valiosos son sus óvulos".