Capítulo 13: Una mujer que alguna vez fue pura de corazón.

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Katsumi se encontraba sentada en una roca, en el campo de entrenamiento N.º7, bajo el radiante sol que iluminaba la aldea. Su rostro, a pesar del buen clima, reflejaba una profunda molestia; hoy era el primer día de su entrenamiento individual con Kakashi, y su sensei ya llevaba tres horas de retraso.

"¡Maldito seas, Kakashi-sensei!". Maldecía furiosa la rubia.

"Hola". Sonó la voz del jōnin sensei tras la rubia. Ella volteó, furiosa, y lo fulminó con la mirada.

"¡¿Te parece qué estas son horas de llegar?!".

"Lo siento, estaba rescatando a un gatito que se quedó atrapado en un árbol". Kakashi se rascaba la nuca mientras se excusaba.

"¡Deja de mentir!".

"Bueno, como sea. Aprovechemos el tiempo y comencemos con el entrenamiento. Aunque, antes que nada, te explicaré como será nuestro entrenamiento". Dijo Kakashi, ya más serio.

"¡¿Me enseñará muchos jutsus geniales?!". Katsumi, con brillo en sus ojos, preguntó.

"No. Nada de eso, o al menos aún". Contestó el jōnin, causando que su estudiante arqueara la ceja. "Katsumi, tú tienes una gran fuerza física y una resistencia gigantesca potenciada aún más gracias al chakra del Kyūbi. Sin embargo, no la puedes aprovechar debido a dos factores principales". Dijo Kakashi, mientras Katsumi arqueaba una ceja.

"¿A qué te refieres?". La rubia, con confusión, cuestionó.

"Eres bastante lenta, Katsumi, pero eso no es lo peor. No sabes pelear". Afirmó Kakashi, haciendo que una vena resaltara en la cabeza de la rubia.

"¡Claro qué sé como pelear!". Ella replicó.

"Gracias a tus kage bunshins y a tu fuerza física, puedes ser una buena combatiente a corto alcance. No obstante, no conoces los fundamentos básicos del taijutsu, seguramente porque nunca intentaste prestarle atención en la academia. Luchas como una bandida de barrio". Kakashi dijo.

"¡Yo lucho muy bien!". Insistió Katsumi.

"No, no lo haces. Si mejoras tu taijutsu y tu velocidad, podrás explotar mejor tu mejor habilidad actual, el kage bunshin. Una vez mejores esto, el entrenamiento pasará a ser de ninjutsu y control de chakra, para así hacerte una ninja de combate de corto-medio alcance, que creo que es lo que más se acopla a tus condiciones". Dijo Kakashi.

"¡¿Por qué no me enseñas ninjutsu y ya?!".

"Mira, si logras demostrar en un combate que me equivoco, lo haré". Dijo Kakashi.

De forma impulsiva y sin esperar nada, la rubia cargó contra su sensei. Le lanzó un par de puñetazos, pero Kakashi fácilmente los esquivó. Finalmente, con una patada en el estómago, el peliplata hizo que su estudiante cayera al suelo, de rodillas.

"Tus ataques son lentos y predecibles. Alguien con tu taijutsu no será nunca capaz de ser hokage". Dijo el peliplata.

"Bien... entrenemos taijutsu...". Se resignó la chica, mientras se ponía de pie.

"Antes que nada, toma". Kakashi tomó de sus bolsas ninjas dos sellos de peso, dándoselos a la rubia.

"¿Qué es eso?". Katsumi, confundida, arqueó la ceja.

"Son pesas de entrenamiento, colócatelas en los tobillos". Indicó Kakashi.

La Uzumaki se sentó en el suelo y se colocó las pesas en los tobillos, bajo su pantalón, tal como su sensei exclamó. Acto seguido, se puso de pie.

"No noto diferencia". La rubia lucía extrañada; esperaba que al menos le costara un poco más moverse.

"Aún no han sido activadas". Kakashi, con una sonrisa, dijo. Hizo un sello de mano, y, en ese momento, la rubia sintió un enorme peso en sus piernas. Se desplomó en el suelo rápidamente, sin poder moverse.

Naruto: Gemelos Aciagos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora