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Las visitas de Jungkook eran constantes y cuando faltaba, Jimin estaba ahí para acompañar a su amiga. La compañía de ambos hombres se volvió vital para ella, pero con Jungkook era diferente, el vinculo era mas fuerte. Con una sonrisa, con una risa podía hacerla sentir bien, olvidaba el dolor que sentía y no solo físico, sino psicológico.

Gaeun se sentía en un vacío. Donde la muerte era lo que la esperaba al final. Sentía tristeza, ira, pues no entendía como su vida acabaría a tan corta edad. Joven, bonita, inteligente, amable, ¿Por qué le tocó a ella? Eso es lo que se preguntaban las personas de su alrededor.

Aquel hospital desprendía unas vibras a tristeza que le daban ganas de llorar. Fue dificil aceptar que estaría allí hasta el final. Ese lugar era una prisión para ella. Pero pudo sobrellevarlo gracias al rubio, quien siempre le saca risas. Se sentía tan agradecida con él.
Pero lo que más le afecto en los primeros meses fue no poder ver, ni hablar a su mejor amigo, a quien ella amaba. Verlo otra vez le alegró el corazón.

La chica de ojos almendrados y cabello corto, regaba las plantas del patio. Era el único lugar donde podía salir libremente. Ahora las flores estaban más vivas que nunca, su color era precioso y el perfume que desprendía era dulce. Sonrío al recordar la primera vez que salió al patio. Las flores estaban casi muertas, con un color opaco, desde ese día ella las cuido.

Jungkook no dejaba de admirar a la chica, pues ella se veía muy bonita regando las plantas y acariciándolas como si fueran animales y les hablaba como si fueran a responder.

-Se ven muy coloridas hoy. -le dijo tiernamente a unas flores mientras les echaba agua.

Saco meticulosamente su celular y le tomó unas fotos, donde claramente salía hermosa. Éste miraba las fotos con detenimiento y hacía zoom al rostro de Gaeun, esbozando una sonrisa.

-¿Qué tanto ves, eh? -le preguntó al castaño.

-Me llegó un mensaje...

-Ayúdame a terminar. -él obedeció.

Ahora ambos regaban las flores. Era un panorama muy lindo. Además, estaba atardeciendo y una briza fresca pero relajante pasaba.

-Dejarás este lugar como tu casa. -dijo riendo.

-Esa es la meta -respondió feliz-. Ellas son como nosotros; nacen, crecen, envejecen y mueren... -el castaño escuchaba atento.

-Jamás pensé en eso, es muy interesante.

-Si... Mientras esté aquí, quiero hacerlas sentir lo más vivas posible. -dijo admirando las flores- ¿No son bonitas, Jungkook?

-Lo son... -se acercó a ella- Pero tú eres más bonita.

El ambiente se volvió calido. Ambos jovenes se miraban sin hablar. Gaeun pensaba en porqué le había dicho eso, pensaba que le diría alguna broma. Su corazón comenzó a palpitar velozmente, dejándola sin aliento.

-Se está poniendo fresco... -caminó hacia la entrada dejando atrás al castaño.

"¿Por qué me dijo eso?¿Acaso está bromeando?". Fue a su habitación con el ceño fruncido.

-No hace tanto frío. -dijo Jungkook entrando a la habitación de la chica.

-Para mí sí -de pronto recordó a la novia del castaño, a quien no había visto hace semanas-. No te escuché hablar de Yuri. ¿Pasó algo?

Bajó la vista-No hemos hablado mucho. Creo que nuestra relación no va bien.

-¿Por qué? -preguntó la castaña.

-No lo sé... -si lo sabia- ¿Nos aburrimos?

La pregunta era mas para el mismo. Pero Yuri no parecía aburrida, él si. Descartó esa posibilidad, ya que todas las parejas pasan por crisis.

la última flor | j.jungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora