Capítulo 17; Estoy perdida.

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Selena

- A ver si entendí, ese chico nuevo de su salón Alejo Andrade en realidad es Alexander Estrada, tu hermano gemelo, el que murió- Dice Aria cuando les termino de explicar que pasó a ella y a Oliver- ¿Acaso tiene sentido? Sí, son literalmente iguales, hay que ser estúpido para no darse cuenta, pero técnicamente nunca despertó.

- Nunca digas nunca, aparte ¿Quién te dice que no despertó realmente? Se supone que Selena está muerta, pero la tenemos acá- Le contesta Aulus apuntando me.

- Tenés razón, aparte mi papá ya nos ha mentido antes- Dice mi hermano- O.. No.

- ¿Por qué no?- Le preguntamos los tres.

- Técnicamente nunca le preguntamos si es que conocía al padre biológico de Selli, tampoco le hemos preguntado si es que estudió con él- Nos contesta Oli.

- Pero nunca nos lo contó- Le respondo.

- Exacto hermanita, pero no nos mintió- Me contesta.

- Error, si es que Alexander está vivo les mintió en eso- Dice Ursino.

- Cierto, pero ¿Por qué mentiría?- Pregunta Oliver.

- No lo sé, y ésto no me huele bien, para nada- Pregunto, cada vez estoy más confundida.

- No te huele bien porque ellos nos están controlando desde hace años, nos engañan todos los días pensando que nunca íbamos a saber la verdad, que íbamos a ser sus títeres por siempre, pero esto que estamos descubriendo es algo serio, algo que hará que nuestros perfectos padres no lo sean tanto como aparentan y poder destruirlos- Me contestó Aulus y Smith le sonrió, pero yo tengo miedo, tengo miedo de que sea esa verdad, tampoco quiero destruirlos, osea ¿Por qué quisiéramos destruirlos?

- Hoy hay reunión de padres, hay que ir a la cafetería, seguro ya llegaron nuestros padres- Dice Ursino rompiendo el silencio, pobrecita, ella es la única que no me miente, ella y mi hermano, yo los metí en este lío, todo esto es mi culpa.

- Sí, vamos- Dice Oliver empezando a caminar y revolviendo su cabello, estaba frustrado y lo entendía completamente.

- Espera Selli- Me dice Aulus agarrando mi mano, me volteo y quedamos frente a frente, muy cerca, estoy segura que se podía notar nuestra gran diferencia de altura, el media un metro setenta y ocho, y yo tan solo un metro sesenta, era la más enana del grupo.

- ¿Qué pasó?- Le digo retrocediendo un paso.

- Eeh, Lambert- Me contesta.

- ¿Qué pasa con él?- Le preguntó.

- ¿Él sabe la verdad? Sabés que odia las mentiras y más si vienen de vos- Murmura mirando hacía el piso.

- No se lo he contado, no me siento preparada, si te lo conté a vos fué por un impulso de confianza- Le contestó.

- Entiendo, bueno, vamos- Me dice y se va caminando rápido.

Eso fué raro, se sentía una tensión rara en el aire, todo era tan raro con él y me olvidé de preguntarle lo de su cara ¡Mierda!.

Llegué a la cafetería y estaba mi padre, Esteban Aulus, Gustavo Lambert y ¿Alejandro Sorní? ¿Qué hacía ahí? ¿Cuándo había llegado? Era increíble que seguía justo igual a como lo recordaba, era alto, casi tanto como su hijo, blanco, aun que ahora algo bronceado, ojos marrones y un pelo negro, estaba usando un traje, siempre vestía de etiqueta.

- ¡Papá!- Digo felizmente acercándome a él, claramente no estaba feliz, pero tenía que fingir, mi padre siempre me enseñó a no mostrar mis sentimientos y haber llorado enfrente de los chicos no es algo propio de mí y menos de lo que él me había dicho.

- Hola princesita, ya hablé con tus profesores- Me dice con felicidad, se mostraba un orgullo en su cara, se vé que me ha ido bien, no puedo creer como ese hombre me podía estar mintiendo.

- ¿Enserio? ¿Tan pronto?- El solo asiente con la cabeza con una sonrisa- ¿Y que te han dicho?

- Que tengo unos hijos súper inteligentes y educados- Dice eso y Oliver y yo sonreímos- Hay mis hermosos niños- Dice apretando nuestros cachetes haciendo que nos quejemos por la vergüenza.

- Y bueno señor, usted ya sabe que Seli es toda una nerd- Dice John acercándose a nosotros.

- No soy nerd, si no, más inteligente que vos Lambert- Le digo con una sonrisa de orgullo de mí misma, siempre he sido "La chica de los 10" y nunca me ha molestado, por eso estudio y me gusta el reconocimiento.

- ¿Y tus padres Aria?- Le digo algo preocupada, ella no es la mejor de la clase y casi siempre desaprueba, pero sé lo mucho que se esfuerza y estoy segura que este semestre mejoró aunque sea un poco.

- Están hablando con los maestros, que miedo- Me contesta mientras jugaba con sus dedos, está ansiosa, ella hace eso cuando lo está.

- Bueno, yo ya me voy- Dice mi papá dándonos un abrazo a mi y a mí hermano.

- Nos fue bien al menos en eso- Dice mi hermano suspirando.

- Sí, solo en eso- Digo mientras me agarra un ataque de risa, esté último tiempo todo lo que por fin consideraba felicidad después de tanto dolor simplemente sé está rompiendo, hay tantas cosas que descubrir y tantas mentiras ya ni siquiera sé quién soy.

Después de saludar a los padres de mis amigos fuí al patio un rato, teníamos hora libre gracias a las reuniones.

- Selena- Dice una voz grave a mis espaldas, yo sabía de quién se trataba, era Alejandro, ni siquiera su voz ha cambiado.

- ¿Sí?- Pregunto dándome vuelta y efectivamente era el señor Sorní.

- No has cambiado nada- Dice con una sonrisa y en tono nostálgico.

- ¿A qué se refiere señor?- Le pregunto con una sonrisa, era obvio que me iba a reconocer, yo tampoco cambié demasiado, solo crecí un poco de estatura y mi pelo corto creció y ahora es muy largo, solo un completo tarado no se iba a dar cuenta de quién era yo verdaderamente, parece que John es un auténtico tarado y yo de inteligente no tengo nada, solo soy una niña miedosa que miente y miente y miente aún más para ocultar todo el dolor que le abunda su corazón, capaz no era muy diferente a los adultos, o tal vez sí.

¿ Y si volvemos juntos ?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora