Cap 12: La Sonrisa

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-Si, tierna, me parece adorable de tu parte que te sientas mal por lo que te dijo Astrid.-dice el azabache con una sonrisa.

Al escuchar eso la platinada, sonrió y se ruborizo más.

-gracias creo-dijo

Mas tarde, llegaron a casa, y empezaron a cenar con estoico y hablaban sobre lo que pasó con Astrid.

-Hay nieve, no te preocupes... Astrid es así. No debes hacerle caso y menos ponerte mal por ella-decía el barbón pelirojo, mientras se servía agua.

-¿Enserio? -miraba dudosa.

-Si, nieve, tranquila... -Hiccup le dice y le agarra el hombro.

Esta no dice nada, y solo sonríe mirando a Hiccup. Y luego habla.

-Gracias por ser como mi familia.

Hiccup y estoico la miraron con conmoción. Ya que esa sonrisa les recordaba a Valka, la difunta esposa de estoico. falleció cuando Hiccup tenía solo 5 años.

Y la noche se paso de volada... Al día siguiente elsa se levantó Velozmente, ya que era ya tarde eran las 10 de la mañana. Se vistió y se trenzo su caballera en una cola. Y tuvo que irse caminando hasta la academia, ya que chimuelo y Hiccup se habian ido.

Al llegar, elsa miraba molesta a Hiccup. Y hiccup no entendía porque, así que ella se acerco a reclamarle.

-¿porque no me despertaste, Hiccup? -cruza los brazos, y hace un puchero.

-Si lo hice, no más que estabas tan dormida que no te pudo despertar -dice Hiccup.

-... Debiste aunque sea gritarme... Me hice una hora caminando hasta aquí -le sigue reclamando.

-Lo hice, pero eres muy dormilona... -acomoda la silla para montar de chimuelo.

-Bien, espero, ya poder domar bien a moon. Para venir yo sola, sin ti! -le reclama más.

-Tranquila, nieve, no es mi culpa... ¡Eres muy dormilona! -lo diría de forma burlona.

Elsa no le responde solo voltea su cabello y se dirige a otro lugar, ha las caballerizas. De ahí se encontró con Astrid. Y quiso aprovechar para hablar bien con ella.

-Astrid por lo de ayer... Quisiera hablar... -dice algo incomoda.

-¿para que? -dice Astrid, con un rostro serio, mientras agarra un balde de agua para tormenta.

-Seré franca.. Dices que te arrebate todo... Pero no es mi culpa... Ni tampoco tuya sabes... Yo soy así... No hago nada para quitarte la atención de los demás -Frunce las cejas por la preocupación de lo que vaya a pasar.

-¿Es todo? -dice Astrid mostrándose algo molesta.

-Si-habla bajito.

-Ok-baja el balde para que tormenta beba agua.

-Si... -se quedo sin palabras. Y decidió retirarse de ahí, se sentía mal porque Astrid no parecía tomarle importancia al asunto. Pero debe entender que así es ella.

Mientras tanto en un lugar no tan lejano a Berk, la pelidorada rapunzel, se encontraba encadenada... Sucia... Y con un rostro triste.

-Por favor, dejame ir... Gothel... No diré nada-decía la muchacha sentada en el suelo, en su oscura y fría celda.

-Niña, te sacare aquí... Si te unes a mi... - diría gothel con una sonrisa maliciosa.

-¿Y si no me uno a ti? -diría retando a gothel. La pelidorada se acerco más a los barrotes de la celda para pararse enfrente de gothel, iba Acercarse más, pero las cadenas que tenia en sus manos. No la dejaban acercarse.

-Te hundes aquí-dijo de una manera irónica.

Esto causó que el rostro retador de Rapunzel, se desvaneciera y causará en ella un terrible miedo.

Así fue, pasaron los días, la princesa aun se negaba, no le importaba más que no se aprovecharán de su poder. También los rumores de la vikinga con poderes de hielo y nieve, se hacían conocer en islas cercanas. Y esto era malo para elsa, porque si gothel se entera correrá peligro.

Continuará.

//disculpe si lo vuelvo a subir, es que la primera vez que lo subí no salió completo

El otro lado de AnthohallanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora