Yo Quisiera [Prongsfoot]

ཻུ⸙͎ Yo Quisiera ཻུ⸙͎

James es hermoso.

Admitirlo, no es nada nuevo, al menos no para Sirius.

¿Amarlo? Tampoco es una novedad. Sirius no puede recordar un solo momento de su vida, desde que James forma parte de ella, en el que no lo haya amado.

Tratar de recordar cuándo y cómo sucedió, es irrelevante.

Soy tu mejor amigo

Tu pañuelo de lágrimas

De amores perdidos

Lo ha amado, incluso cuando James siempre parece amar a alguien más.

Incluso cuando James termina con el corazón roto, cada maldita y jodida vez.

A pesar de que mostrar una actitud despreocupada ante los demás, James siempre termina corriendo a los brazos de Sirius, rompiéndose entre ellos cuando nadie más ve. James acepta cada rechazo de Lily como un incentivo para intentarlo de nuevo, una y otra vez.

Te recargas en mi hombro

Tu llanto no cesa

Yo solo te acaricio

—¿Qué está mal en mí, Canuto?

El rostro de James permanece oculto en la curvatura del cuello de Sirius, su respiración cálida y pausada contra la piel desnuda. Sirius siente su piel arder donde el aliento de James lo roza. Peligrosamente, cerca de entrar en combustión como una estrella moribunda.

—Nada, no hay nada mal en ti, Jamie —responde Sirius con fiereza, sus brazos rodeando los hombros de James con una delicadeza casi dolorosa. —Dios, no hay nada malo.

Su corazón se rompe un poco más al escuchar y sentir la exhalación temblorosa y rota de James, las lágrimas calientes mojando su hombro.

Lo único bueno que obtiene Sirius de cada desplante hacia James, es poder sostenerlo después, abrazarlo y mantenerlo cerca como suyo. El aroma de James grabándose en su piel cada maldita vez. Menta, por los caramelos que siempre lleva en los bolsillos y que sabe, Sirius siempre termina robando, Eucalipto y sol.

Así, con el corazón roto, James solo puede mirar y ser de Sirius.

Y nada más importa.

—Todo estará bien. Lo prometo.

Y me dices por qué la vida es tan cruel

Con tus sentimientos

Yo solo te abrazo y te consuelo

La respiración de James vuelve a la normalidad, eventualmente. Entrelaza su mano con la de Sirius. Permanecen acostados sobre sus espaldas en el viejo colchón de la habitación de James. Sirius siente su palma cosquillear y su corazón latiendo con fuerza contra su pecho.

El silencio entre ellos nunca es incómodo.

James es la única persona con la que Sirius se siente seguro. Seguro para permitir que los pensamientos en su cabeza fluyan. James nunca lo juzga. Nunca lástima intencionalmente.