Relatos Nocturnos :) ; jjk

2º relato: tatuador

Temática : Jk tatuador⛓️🖤

Jungkook, 11:00

Me reaté el nudo del delantal, negro como la tinta y mi ropa. Ahora tenía tiempo libre porque no tenía ninguna cita programada hasta las 13:00.

Me dispuse a limpiar mi ya limpio estudio de tatuador. Estaba en el primer piso de un gran cotizado edificio. Y como el mostrador y las agujas estaban más que relucientes, me salí a fumarme un cigarro. 

Observé los alrededores, apoyado contra la pared y tomando el sol en la cara, cuello y brazos. Flexioné el brazo observando cuánta masa muscular había aumentado. La verdad es que bastante, se me notaban las venas. Escaneé a ver si quedaba algún hueco para rellenar con algún diseño propio, pero ya tenía el brazo bastante petado de tinta.

Miré el parque y la gente sentada en los bancos, los viandantes que pasaban, los conjuntos de las chicas y las faldas que llevaban. Espiré el humo, y a los segundos me fijé en una chica detrás de la nube, apoyada contra una farola mirando el edificio con preocupación.

Tenía el pelo largo y castaño, y llevaba un estilo de ropa muy coqueto y rosita, totalmente opuesto al mío, negro y masculino. Era totalmente mi prototipo, al menos de lejos.

-¿Qué mira? -me pregunté, siguiendo su mirada, a mi estudio.

Fumé mientras le miraba, y de repente su mirada se topó con la mía. Llevaba mitad del cigarro consumido, tenía todavía un minuto de tiempo.

La chica se aventuró y comenzó a caminar, hacia mí. Perdí un poco los nervios, he de admitir, cuando vi que me miraba recurrentemente. Algo quería de mí, eso estaba claro.

No me moví ni un centímetro del muro, manteniéndome firme.

Me pareció más guapa conforme se quedó a cuatro pasos de mí, bastante lanzada. Llevaba una falda corta rosa y un top blanco cubierto por una chaquetita rosa, y en sus pies unos mocasines negros académicos.

Me miró el bíceps con tinta negra, azul y roja sin mucho disimulo, y luego ya me miró a los ojos. Tenía las pestañas coquetas y los labios jugosos. Me enganchó antes si quiera de hablar. 

No sé si quería mi número de teléfono, pero a mí desde luego no me importaría pasar una noche con ella.

-Hola -sonrió nerviosa, jugando con sus bonitas manos-. Perdona, ¿trabajas en ese estudio de tatuajes?

-Me preguntó cómo lo habrás sabido -dije sarcástico, queriendo jugar un poco. Le di una calada al cigarro, echando el humo hacia arriba-. ¿Por qué? ¿Necesitas algo?

Le miré de arriba a abajo. Parecía una niña buena y no tenía pinta de haberse tatuado nunca.

-Sí -asintió, mirándome muy guapa-. Me quiero hacer dos tatuajes... Venía para ver cuándo me podías dar cita.

-Tendré que ver tu documentación -espeté escéptico, apagando la colilla. Quería ver su documento de identidad y asegurarme de que fuera mayor de edad, a nivel profesional y personal.

-Ay...otra vez -bufó breve-. Soy mayor de edad, pero ahora te lo enseño.

Vi algo de rivalidad y pique en sus ojos, y sonreí por cómo se me había alegrado la mañana de repente.

-Venga pues vamos dentro -le animé, abriendo la puerta para que entrara al silencio de mi estudio. Había una playlist de música tranquila, y me colé tras el mostrador-. El DNI -le pedí, mirando su figura.

-Toma -me dijo, de brazos cruzados y con sonrisa de 'tengo razón'. Era del 2001, tenía 22, cuatro menos que yo. De puta madre.

-Perfecto...Areum -leí su nombre, tuteándola-. Pues te voy a preparar el contrato y me echas una firmita.