3er relato pt. 2: hola vecino!

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Jungkook

Mañana estaré en casa, por si te apetece explicarme qué te pasa por esa cabeza...o por si quieres sal...o un mechero

Si te atreves, claro...

;)

Perdí la cuenta de cuánto estuve mirando al techo, tal vez 5, 10 minutos. Tuve tantos pensamientos que fue más una avalancha que un procesamiento objetivo y meditado. Así estaba de alterado.

La vecina, 'Areum', se me había insinuado 100 % confirmado. Y no solo eso, sino que a mí me gustaba y me ponía. La prueba de ello se escondía en mi pantalón de pijama, que llevaba ya un rato queriendo salir...

No hubo ninguna voz en mi cabeza que no me advirtiera de que esto que estaba surgiendo entre los dos estaba mal, que era inmoral. Sí, claro que lo sabía, pero me importaba más bien poco. Era ella la que tenía novio, no yo.

-A ver si me duermo... -murmuré en la oscuridad de la habitación, ignorando la erección y parpadeando al techo. Solo podía pensar en ella y en lo mucho que me había enganchado su jueguecito, por mucho que estuviera mal moralmente. ¿Vendría mañana a verme o se lo pensaría mejor?

...

7:50 am

Me vestí y me adecenté antes de salir a la panadería a por algo de provisiones para el desayuno y merienda.

Hice un breve trayecto, y al volver al recinto de urbanizaciones, me topé con un vecino de mi edad. Era el novio de la vecina.

-Buenos días -le saludé cortés, haciendo una 'sonrisa' educada bastante falsa.

Agradeció que le sostuviera la puerta de metal durante unos segundos, y me adelanté para evitar conversar con él.

Al llegar a casa, me cambié y me puse modo trabajo hasta quién sabe cuánto. Por la tranquila actividad en el ventanal de enfrente, deduje que Areum todavía dormía. Sonreí con un poco de envidia, y a las 8:30 salió de nuevo la figura de su novio. Supuse que se iba a trabajar, por el maletín que llevaba y la amargura en su cara.

Eso significaba que ya tenía vía libre; acceso a ella.

Como no iba a ser yo el que la despertara, dejé que transcurriera la mañana a su ritmo. A eso de las diez de la mañana, me pareció ver tras mis gafas algo que se movió. Las cortinas se abrieron como si tuviera una necesidad de luz natural, y ahí vi a la vecina: con el pelo ligeramente revuelto, la cara adormilada y su camisa azul de pijama abierta en los primeros dos botones. Era una belleza natural.

Apoyé el mentón en mi mano, mirándole sin disimulo a ver qué hacía.

Yo ya llevaba dos horas trabajando y necesitaba un descanso de hipotecas e intereses bancarios. Ella se acababa de despertar y estaba perfecta para un sexo mañanero; pero bueno, esa era solo mi opinión.

Se estiró, los brazos arriba y por ende su camisa también, enseñando así un poco de su tonificado estómago. Estaba más buena que el pan, y me pregunté cuándo podría meterle mano, hincarle el diente, o lo que fuera.

De repente, Areum decidió mirar directamente a través de mis cortinas grises de bancario. Enseguida le salió una sonrisa traviesa y se le abrieron los ojos, al ver que la observaba.

Se encogió hacia el suelo y luego rebotó en sus piernas, excitada de verme. Pf... Me saludó con la mano, un tanto frenética.

-Buenos días -gritó, pero no mucho para no molestar a los vecinos, para no delatarse.

Lo cierto era, que entre la leve niebla del día nublado, mi mirada se lo decía todo. No le saludé porque no hizo falta, me pareció demasiado banal. Imité su saludo con la mano y regresé la mirada al monitor, fingiendo desinterés. A ver cómo reaccionaba.

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⏰ Última actualización: Feb 25 ⏰

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Relatos Nocturnos :) ; jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora