Capitulo lV: Adiós Miedos
El tiempo pasaba, ya no tenía miedo, ya no tenía pesadillas, no me levantaba en las madrugadas sudando con miedo de que aquella puerta se abriera
Los días pasaron, ya podía salir, volvía a ir a la universidad sin preocupaciones, llevaba meses en los que no había visto a Joey, pero esta vez lo vería ya no me interesaba lo que pasaría.
Mi actitud había cambiado, hora me estaba volviendo fría y controladora, no me escondía en la oscuridad de mi habitación, ya se me notaba el embarazo, mis amigos me felicitaban, preguntaban que como había pasado, que paso con Joey, porque no estábamos juntos, pero solo les respondía que eso no era de su incumbencia o que no se metieran en mi vida.
Ya tenía dos meses de embarazo, desde el día de la azotea no había vuelto a ver a Rodrigo, él se había dado cuento de que todas mis palabras era verdad.
Al caminar vi a Joey en su silla de ruedas, se me partió el alma en dos al verlo en ese estado.
-Joey –le dije a lo lejos acercándome a él
-aléjate de mí Isabela no quiero saber más de ti en mi vida, si tú nunca hubieras aparecido nada de esto hubiera pasado, solo eres una maldición en mi vida, llevas dentro de ti el bastardo del demonio que destruyo mi vida, mi futuro-me miraba con repulsión, con odio, veía en su mirada la tristeza que le causaba estar en ese estado – no tengo por qué vivir, no sé por qué no me dejaste morir desangrado en el suelo de tu apartamento. ¡Arruinaste mi vida, tú y Rodrigo la arruinaron!
-crees que yo quiera esto –dije con decepción de sus palabras-me aleje de ti para que él no te matara, para que no te hiciera más daño, pase varias noches con pesadilla, temblando de miedo pensando que en cualquier momento el volvería a mí, que volvería y seguiría violándome una y otra vez, he estado en las puertas del infierno tratando de salir de ese agujero, pero no salía solo por tu seguridad, y la de mi hijo, no es hijo de ese desgraciado, es solo mío, y así será, pero sabes algo curioso, ya no tengo más miedo, solo tengo rencor y odio, pero créeme que me las va a pagar, y no te deje morir por que te amaba, pero me doy cuenta que simplemente eres una rata más, si hubiera sido mejor que murieras así no tendría que haber aguantado tanto sufrimiento en vano.
Me aleje dejándolo hay, no podía creer que me digiera eso, sabía que estaba herido pero no era justo lo que me dijo, yo había sufrido más que él, me había asegurado que este bien pero él me pago así, él se arrepentiría, al igual que todos los que se atrevan a hacerme daño.
Desde este punto conocerán quien soy, desde ahora mi relato cobrara vida, ya no era la misma de antes, a inocente, la delicada, la comprensiva, la dulce e ingenua niña que se preocupa de los demás ella había muerto desde este punto.
Pase varias noches planificando en una venganza satisfactoria, llevaba tiempo sin llorar, no me lo había permitido
Me senté en un sillón, repasando lo que haría, tenía varios días siguiéndolo. Sabía lo que hacia todas las noches, sabía que no sentía remordimiento alguno por lo que había hecho, no entendía como era que su mente funcionaba, como ese sicópata llego a ser quien es.
Espere sentada hasta de que fuera las 11:00 para salir de mi apartamento, iba a caminando por la calle, llevaba un suéter con capucha de color negro, unos jean y converse, dentro de mi suéter llevaba un cuchillo escondido en él.
Llegue a su casa, lo vi salir, pase siguiéndolo toda la noche, lo veía coquetear con varias chicas, sentía lastima, no podía imaginar a cuantas más le hizo lo mismo. Como lograba inyectar miedo en las personas, no entendía nada de él.
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Asesina
FanfictionCuando una chica dulce, tierna y bella se enfrenta ante una de las peores adversidades que una joven puede sufrir, donde el llanto no libera tu dolor, donde tus miedo no te dejan caminar, cuando te des quebrantas psicológicamente, Isabela es una de...