Sirius Black juró que nunca se enamoraría de una bruja sangre pura, pero como dicen los muggles nunca digas nunca.
Portada por @BeautifulBelieve perteneciente a la editorial @whoispams.
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LA NOCHE DEL SÁBADO LLEGÓ RÁPIDAMENTE para la fortuna de Olivia. Hablar con su amigo de la infancia alegraba su día y el no poder hacerlo debido a las miradas de los Slytherin, la abrumaban. Ahora estaba en la Casa de los Gritos esperando al león, ya llevaban semanas viéndose en dicho lugar el cual al principio era terrible.
Su semana había sido un poco intensa. Desde escuchar a Violet sobre cuan maravilloso era Lucius como novio hasta leer las cartas de su hermano mayor diciendo que en las siguientes semanas se reuniría con Walburga Black para hablar sobre su compromiso con Regulus Black.
Su plan hasta ahora era fingir ser la bruja sangre pura perfecta, pero sabía que debía dar el siguiente paso. Sólo que la castaña no sabía por donde empezar, quizás podría encontrar un libro en la biblioteca de 'Cómo ser una bruja independiente.' Tenía que actuar ya, en dos meses cumpliría dieciséis años y estaría casi a puertas de la mayoría de edad.
Estaba recorriendo el lugar el cual junto a su amigo habían limpiado para estar cómodos. Pronto comenzó a escuchar la voz de cierto chico y tras verlo lo abrazó. Él plantó un beso en su frente. Era gracioso como en las clases tenían que verse como dos enemigos, pero en la casa de los Gritos, eran solo Liv y Canuto.
—Hoy quiero jugar contigo.— dijo el de ojos grises sonriendo divertido.
—Sirius, ya no tenemos ocho años.
—Lo sé, pequeña gruñona.— Sacó una botella de una bolsa. —Este es otro tipo de juego. —Se llama Verdad o Shot, yo te haré una pregunta y si no la quieres contestar pues tomarás esto.— Mira la botella de whisky de fuego.
Ella lo miró con curiosidad, podría ser la oportunidad ideal para preguntarle al chico sobre su ex novia, durante el poco tiempo que se habían visto, no habían hablado del tema.
—¿Yo comienzo o tú comienzas?— Olivia cruzó sus brazos.
—Por supuesto que tú, preciosa. Las damas primero.
—No me digas así, idiota. Bien, empezaré con algo fácil... ¿Con quién fue tu primer beso?
—Emma Johnson de Ravenclaw... Me toca.
—¿Ese amigo francés que tienes es más guapo que yo?— La Slytherin soltó una carcajada ante la pregunta. Al parecer su amigo ya había estado bebiendo un poco antes de venir.
La chica Grimaldi tomó un sorbo de la botella, sintió que su garganta ardía. No iba a admitir que entre todos los chicos que conocía, él era el menos horrible.'
¿Menos horrible? Es el más guapo.
Cállate consciencia.
—¡Oye!
—Son las reglas del juego.— Alzó los hombros. —¿Con cuántas chicas te has besado?
Ahora fue Sirius quien bebió. Ella arrugó la nariz y le sacó la lengua. —Aburrido.
—¿Ya has dado tu primer beso?— preguntó el león.
—El año pasado en una fiesta de Beauxbatons.
Y así se hicieron un total de veinte preguntas, mitad de ellas fueron respondidas. El joven mago se enteró que su amiga fumaba ocasionalmente desde los catorce años. Mientras que la bruja adolescente descubrió que su amigo ya no era virgen, no se sorprendió. Las preguntas se volvían un poco más íntimas, definitivamente ya sentían el efecto del alcohol.
—¿Por qué terminaste con Brooke Jones?— soltó la castaña mirándolo directamente.
¡Al fin! ¡Después de muchas preguntas!
—Nos hicimos daño... Mutuamente.— Él respondió. —Ella se besó con un chico de Hufflepuff y yo... Nunca la quise románticamente. —¿Has escapado de casa para ir a fiestas?
Ella asintió entregándole la botella. —¿Por qué estuviste con Brooke si nunca la amaste?
Sirius permaneció callado. No quería decirle a la castaña que lo hizo para no sentirse solo. Suspiró y en voz bajo dijo: —Me sentía cómodo con ella, nos entendíamos bastante...— Ella asintió. Algunos segundos pasaron. —¿Tú has tenido novio?
—No... Es que cuando cumplí once años, pensé que en aceptar tu propuesta de matrimonio.
El chico Black soltó una risa para luego tomar un cigarrillo y encenderlo: —La propuesta sigue en pie, al menos que elijas a mi hermano.
Olivia soltó una risa: —Quizás lo podría considerar, pero tendrías que hacer muchos méritos... Bueno, mi turno ¿te besarías a una chica de mi casa?
El Gryffindor la miró detenidamente. Maldijo la hora en que a los doce años le dijo a James Potter que jamás podría estar con una Slytherin, que no le daría el gusto a su madre. Pensó en beber el whisky, pero no podía acobardarse.
¡Eres el gran Sirius Black! ¡No puedes beber con esta pregunta! decía su consciencia.
—Quien sabe, quizás si, quizás no.— Susurrando cerca de su rostro. Ella sintió un escalofrío al escucharlo. —Me toca, ¿tú besarías a un chico de Gryffindor?— preguntó el ojigris dando pasos hacia atrás.
La chica Grimaldi se fijó en su mirada grisácea a la distancia. Una extraña sensación recorrió el estómago de Olivia. Probablemente a la mañana siguiente se llamaría cobarde, pero tomó lo último que quedaba de la botella.
—El juego se acabó, Black.— susurró la serpiente. —Planeo llevarme esa respuesta hasta la tumba.
Malditos ojos grises pensó cuando lo veía negar divertido con la cabeza. Olivia no podía negarlo, el chico Black era realmente encantador y ella solo podía pensar que en el futuro pasaba algo entre ellos, solo sería si fueran la última jugada del otro.
No estaba para ser la aventura de alguien.
Olivia Grimaldi podría ser capaz de ser ex amores de muchos, pero de Sirius Black, jamás. Era todo o nada.
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¿Qué les pareció el capítulo? Quiero aclarar que Olivia y Sirius nacieron en 1959, Sirius en noviembre y ella en diciembre, así que ambos está a nada de cumplir 16 años.
En mi cabeza, son los amigos que se coquetean, pero están ciegos en cuanto sentimientos. Y ambos son un poquito orgullosos.
