♡ : CAPÍTULO X

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Miro las grandes letras donde se podía leer "BookZone" y con un suspiro entro al lugar haciendo la campanita sonar. La chica sentada se puso de pie inmediatamente al verlo.

—Oh, buenos días, señor Hwang. —se inclinó. —¿En qué podemos ayudarlo?

—¿Dónde está Yang Jeongin? —pregunto sin rodeos.

—Oh, está en su oficina, ¿necesita algo?

—Hablar con él.

La chica asintió con duda.

—Okey, iré a decirle. —rápidamente se dirigió a la oficina de Jeongin que daba vueltas en ella mientras leía un libro en voz alta. —Jeongin, alguien te busca. —sonrió.

—¿Eh? —pregunto confundido.

—Ven sal. —la chica creía que el chico moriría con esto. Tal vez tenía razón.

Jeongin asintió desconfiado, pero al ver la sonrisa de la secretaría salió sonriendo, pero su sonrisa no duro ni cinco segundos al ver de quién se trataba. Su corazón comenzó a latir desenfrenado y no sabía si era por el miedo o porque todavía seguía causando efecto en él.

—Tenemos que hablar. —dijo Hyunjin acercándose.

—¿Qué haces en mi trabajo? —pregunto alejándose del más alto.

—No sabía que tenía la entrada prohibida. —se encogió de hombros. —Además no se ni porque te atreves a preguntar.

—Es que creí que nunca regresarías a Corea, de haberlo sabido lo hago. —respondió a la defensiva. —Además. —recalcó. —Te pregunto porque no tengo idea de lo que tengamos que hablar tú y yo.

—¿Quieres en serio tener esta conversación aquí? —levanto una de sus cejas.

Jeongin miro a su alrededor viendo como sus compañeros y secretarías miraban y escuchaban la discusión sin disimulo. Rodó los ojos dirigiéndose a su oficina siendo seguido por Hyunjin, cuando la puerta se cerró lo encaró.

—Por última vez, ¿Qué quieres? —pregunto cruzándose de brazos.

Hyunjin cerró los ojos intentando no maldecir al chico, ¿Cómo se atrevía siquiera a hacerse el desentendido?

—Bien, ¿Por qué no me dijiste que estabas embarazado?

Jeongin se quedó en silencio unos segundos.

—¿Por qué habría de decírtelo?

—¡Porque es mi hija, Jeongin!

—¿Cómo lo sabes?

Hyunjin soltó una risa pasando sus manos por su rostro. —¿En serio quieres jugar a esto? ¿Acaso quieres que llevemos esto más lejos y que un juez tome la decisión?

—¿Acaso me estas amenazando? —se señaló alterado.

—Entonces dime porque, ¿Por qué no me dijiste?

—¿Acaso eso te iba a importar Hyunjin? —rió. —Si a los cinco segundos de la llamada con la agencia te largaste a Estados Unidos, ¿Querías que te detuviera? Hyunjin yo necesitaba estabilidad, a mí me prometiste el cielo y las estrellas y no cumpliste nada. —dijo con los dientes apretados. —Pudiste meterte conmigo y mentirme, pero a mi hija no le ibas a hacer lo mismo. —negó.

—Es que no te entiendo. Estas diciendo cosas que no sabes, tomaste decisiones sobre cosas que no sabías. ¿¡Como sabías cuál sería mi reacción!? ¡Estás hablando de mi hija!

—¿¡Y que querías que hiciera!? Jamás volviste.

—¡Podías llamarme y decirme que ibas a tener a mi hija! —gritó acercándose al más bajo.

Jeongin lo empujó con todas sus fuerzas.

—¿¡Tu hija!? ¿Tu hija imbécil? Es mía, ¡es mi hija!

—Es nuestra hija. —dijo firme. —Y me la arrebataste por seis años, Yang Jeongin te metiste con la persona equivocada.

—Supongo que has cambiado. —susurro.

—Todos cambian. —se encogió de hombros. —Es que aún no puedo creer que tomaras la decisión de mi paternidad, no puedo creer que me privaras de eso.

—Ay Hyunjin por Dios, nos conocemos. —dijo ya cansado. —No estás hablando con un extraño yo te conozco. ¿Qué querías? Te iba a decir y luego, luego te darían el contrato de Gucci y nos abandonarías para irte a Valencia, luego promocionarías Adidas y te irías a los Ángeles, ¿y mi hija? —Está vez fue Jeongin que se acercó. —No importó yo, pero ¿Mi hija? Hyunjin yo lo hice por ella, todo para que ella tuviera todo lo que necesitaba, amor y atención a la misma vez.

—Lo hiciste sólo porque quisiste. —reclamo.

—No estoy hablando sólo de lo económico Hyunjin. —gruño sintiendo las lágrimas correr por sus mejillas. —No todo se trata de eso.

—¡Yo tampoco! —Hyunjin ya estaba desesperado. Apoyo sus manos en el escritorio. —Tu no sabías mi maldita reacción, no sabías de lo que iba a ser capaz, y perdona si te ofendo, pero no estamos hablando de nuestra relación, estamos hablando de la hija que me ocultaste por seis años, eso no tiene precio Jeongin, no hay justificación.

Jeongin lo miro unos segundos para luego girarse y suspirar.

—Tú y yo sabemos que eres el ser más egoísta del mundo Hyunjin. —se giró. —No te mientas. —susurro negando. —Sal de mi oficina y vete mucho a la mierda, ¿Sí?

Hyunjin asintió incorporándose.

—Tomaré acciones legales en esto Jeongin. No se quedará así, te lo juro.

Salió de la oficina dando un fuerte portazo que hizo a Jeongin encogerse. Cubrió su rostro con sus manos mientras lloraba sacudiendo sus hombros.

¿Y ahora que mierda haría?

Jara ❁ HyunInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora