Jara ❁ HyunIn

♡ : CAPÍTULO XVIII

Jeongin respiro de forma agitada, sintiéndose en el cielo por un rato y luego la culpa lo arropo cuando el pelinegro se quitó de encima suyo. Suspiro incorporándose para buscar su ropa.

—Debo buscar a Jara. —susurro.

El modelo lo imitó mirándolo de forma extraña.

—¿Te pasa algo?

—Nada, sólo no quiero que se me haga tarde...

—Bueno. —susurro. —Quería hablar de algo contigo.

Jeongin ya estaba de pie poniéndose su pantalón.

—Dime.

—Estaba hablando con mi abogado. —eso hizo que Jeongin se detuviera de poner su camisa.

—¿Y?

—Quiero que Jara tenga el Hwang, también quiero compartir la custodia totalmente, necesito que lleguemos a un acuerdo nosotros sin involucrar a nadie más, ¿Sí? También, quiero llevarla a Estados Unidos.

Lo último hizo que Jeongin se sentará en la cama totalmente desubicado.

—¿Estás loco? ¿A Estados Unidos?

—Allá trabajo Jeongin, ¿Entiendes lo que es una custodia compartida? Lo lamento, pero tienes las de perder porque estuve seis años sin saber de su existencia por tu culpa, estuve pensando llevármela por seis años también.

—Tu no estás hablando en serio. —susurro Jeongin poniéndose de pie nuevamente. —Hyunjin, no te la puedes llevar, mucho menos por tanto tiempo, es...—negó. —No puedes hacerme esto, no puedes llevártela a otro país.

Hyunjin se puso de pie mostrando su desnudez por unos segundos hasta que se puso su bóxer y lo miró fijamente.

—No es un país extraño para ella de todos modos Jeongin. —escupió con seriedad encogiéndose de hombros.

—¿De qué estás hablando ahora? —frunció el ceño.

—Jeongin deja de actuar como idiota, Jara nació en Estados Unidos, a pocas horas de donde yo estaba en ese momento, y tú lo sabias. —lo señaló. —Lo sabías y no hiciste nada, así que ahora no me importa llevarme a mi hija al otro lado del mundo por seis años, así como tú lo hiciste conmigo.

—Hyunjin espera. —trato de respirar con calma. —Debe haber una solución, por favor. —sentía sus ojos llenarse de lágrimas.

Hyunjin termino de ponerse su camiseta para mirarlo asintiendo.

—Múdate a Estados Unidos con nosotros.

—Yo...—miro a su alrededor y hablo con voz quebrada. —Hyunjin no puedo, en serio, aquí está mi trabajo y tengo un contrato que no puedo romper.

—No lo sé Jeongin. —camino hacia la puerta. —Luego vamos a resolver lo de las festividades, respetaré tus tradiciones y ella vendrá, pero por ahora ella se irá conmigo. —Hyunjin se encogió de hombros nuevamente y salió de habitación.

Jeongin sintió que su mundo se acababa de derrumbar en ese mismo instante, siempre le habían dicho que esto traería consecuencias, pero no sabía que a tal extremo, se le olvidaba lo rencoroso que era Hwang Hyunjin.

Luego de eso seco sus lágrimas y fue a buscar a su hija en casa de la madre de Jisung.

—Hey, ¿estas bien? —pregunto la mayor acercándose cuando lo vio con su cara de tristeza.

—Honestamente no, voy a perder lo que más amo en la vida. —dijo llorando, pero seco sus lágrimas inmediatamente vio a Jara correr hacia él.

—¡Papi! ¿Dónde está papá? —lo abrazo.

—Él, está en el hotel. —le dio una pequeña sonrisa.

—Quiero verlo, lo voy a llamar. —sin esperar respuesta tomó el celular de Jeongin y corrió a llamar a su madre.

—¿Tiene que ver con Hyunjin?

Asintió.

—Tiene que ver con Hyunjin, custodia compartida, viajes, apellidos, Estados Unidos...—la miro. —Mis mentiras, mis consecuencias.

—Ay Innie. —ella lo abrazo y él se dejó consolar mientras ella acariciaba su cabello.

Esa noche abrazo a su hija nuevamente con tanta fuerza, porque la realidad de perderla estaba cada vez más cerca.