Capitulo 25| Decadencia.

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Firuze levanto la cabeza mirando directamente a los ojos de Ilknur, en su rostro se reflejaba la preocupación.

— ¿Que te han hecho? — La miró preocupada, sus ojos carecían de vida, solo era un hermoso cadaver andante que aún respiraba.

Tantas cosas pasaron por la mente de Ilknur ante esa pregunta.

Su mente la mataba, no podía dormir. No podía comer, no la dejaba ser feliz, pero a pesar de todo, se mantenía de pie y no dejaba de sonreír de esa forma tan suya, la expresión serena en su rostro contrarrestaba la oscuridad y tristeza en sus ojos, ya no habían lágrimas que derramar en sus noches de insomnio.

Ilknur estaba resignada a vivir con ese dolor.

— ¿De que hablas? — Sonrió tenue, demostrando lo fuerte que podía llegar a ser — Nadie me ha hecho nada.

— Mientes, algo en tí cambió. — La sonrisa de Ilknur tembló levemente mientras negaba con su cabeza.

Firuze la miró de forma indecisa aún así decidió no tocar el tema, ella se hacía una idea.














La hechicera frente a Hürrem suspiro sonoramente  mirándola fijamente, una mujer demacrada, solo tenía a su príncipe Cihangir, pero no podría ponerlo en el trono.

La mujer observó detenidamente las cartas esparcidas sobre la mesa, todas indicaban un solo final; la muerte.

Kadin, usted esta pagando con su propia sangre el pecado que cometio en contra de la persona que alguna vez fue su aliado,  su final está plagado por la muerte — Su mirada era frívola.

Hürrem observo todo sintiendo como su estómago se revolvió.

|Así que este es el precio a pagar por mis errores.|

— ¿Tengo oportunidad de vencer? — Su voz sonaba cansada.

La anciana mujer movió algunas cartas.

No hay manera de vencer a la Luna, ella acabará contigo poco a poco, al igual que destruirá la primavera, nadie podrá escapar de su furia. — Sus ojos se abrieron de par en par mientras parecía que veía algo que Hürrem no. — Todos tendrán que arrodillarse frente a la magnífica Luna, ella gobernará todo junto al líder y el oro, será tan despiadada y cruel que incluso el mismo Sol suplicara por su perdón, ella brillará y nadie le podrá opacar aún si el sol se extingue.




 — Todos tendrán que arrodillarse frente a la magnífica Luna, ella gobernará todo junto al líder y el oro, será tan despiadada y cruel que incluso el mismo Sol suplicara por su perdón, ella brillará y nadie le podrá opacar aún si el sol se extingue

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Los ojos de Ilknur se veían vacíos, aunque una leve sonrisa se extendió por su rostro fingiendo agradó ante las muestras de cariño del Sultán.

El hombre la besó apasionado, la pelinegra solo sintió ascó. Un hombre que podría ser su padre, ese era su esposo.

Esa era su tortura.

— Pídeme lo que desees mi luna — los ojos de Suleymán la observaron con anheló, después de la perdida de sus hijos mayores solo deseaba la compañía de su esposa.

|Por favor, no me toques más.|

— No deseo nada, su presencia es suficiente para mí — El hombre sonrió complacido mientras la besaba nuevamente.

𝗦𝗨𝗟𝗧𝗔𝗡𝗔𝗦 𝗗𝗘 𝗛𝗜𝗘𝗥𝗥𝗢 | ᴇʟ sᴜʟᴛᴀɴ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora