Me enamore de ti

Capítulo 5

Ya era la mañana siguiente y me encontraba en esta fría oficina. Mientras veía como Eduardo firmaba algunos papeles con Fernando veía mi vida pasar a través de mis ojos. Por que debía de estar sufriendo por esto debería de estar festejando no en una oficina casándome con alguien que no quiero. Y no puedo negar  Fernando ha sido demasiado de bueno pero eso no quita el hecho de qué no estaba enamorada de él como para casarme con el. Y mientras tanto mi hermana estaba al otro lado de la oficina y no podía ni mirarme ohh y por otro lado mi padre había llamado a mi hermana y le había notificado que ya yo no era parte de la compañía. Mientras estaba inundada en mis pensamientos y en lo que me tocaba pasar ahora me encontraba justamente con los papeles al frente y firmandolos. En el fondo pude escuchar como nos felicitaban por estar casados.

-Felicidades hermana te cásate primero que yo- y me abrazo con el abrazo más frío del mundo

-Gracias por casarte conmigo Linah- y selló sus palabras con con dulce beso

Ahora nos encontrábamos de camino hacia nuestro nuevo apartamento. Eduardo hizo que Fernando vendiera su apartamento de soltero y comprar otro en un lugar más privado y familiar. Por otra parte mi hermana sacó  todas mis pertenencias de nuestro apartamento y se las entregó a Fernando. Y ahí estaba yo de camino hacia mi nuevo apartamento con mi nuevo esposo, y todo esto en tan sólo un día. Así que ese dicho de qué la vida te puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos es muy cierto.

-Haz estado un poco callada Linah-me preguntó Fernando

-Han sido muchas cosas en tan sólo un día, creo que todavía no he logrado asimilar- le respondí mirando por la ventana del carro

-Eso creo pero estoy agradecido porque no fue como lo imaginé pero si te tengo a ti como mi esposa, así que un punto para mi-dijo mirándome con una sonrisa.

-Eso creo-le conteste

Cuando entré al apartamento las mucamas estaban terminando de acomodar mis cosas. Era un apartamento muy lujoso pero sobre todo se sentía muy cómodo. Fernando me enseñó todas las habitaciones y la más especial de todas la del bebé.

-Éste es nuestro nuevo lugar, y aunque quisiera quedarme contigo un rato más tengo que ir a la oficina a llenar algunos documentos, pero te prometo que en la noche haremos lo que tú quieras-así dijo antes de despedirse de mí con un beso en la frente y salir por la puerta.

Y así fueron todas las semanas y la semana se convirtieron en meses con la misma monotonía. Nos levantabanos él se arreglaba para ir a la oficina, desayunamos juntos y él se iba. En la noche llegaba súper cansado y ni me hablaba. Así fueron los primeros cinco meses. Pero eso no era lo que me molestaba, una de las cosas que más me incomodaba era que Fernando me dio algunas reglas.

1. No debía que salir del apartamento-ya que los periodistas no se podían enterar de nuestra situación.
2. No debía de hablar con nadie-ya que si alguien se enteraba de qué nos habíamos casado en secreto o de qué estaba embarazada podía arruinar su carrera.
3. Todo lo que necesitara debía pedírselo a él- si incómodo

Pero cuando hable con mi hermana me dijo que había sido culpa mía por el error que cometí y prácticamente estaba sola. Así que acepte cada una de sus reglas hice todo lo que me dijo Fernando. A pesar de todo hoy era un día especial íbamos a conocer el sexo de nuestro bebé.  Y saldremos a comprar algunas cosas para el bebé ya que sabremos si es niña o niño.

Me prepare y espere a que él llegara  del trabajo. Las pocas veces que salía del apartamento debía hacerlo por la puerta de emergencia y súper tapada. Así que ahora nos encontrábamos de camino y como siempre ni una palabra de parte de él. Últimamente andaba siempre en llamadas con socios o eso él decía.

-Cuando términos me iré a una junta de negocios-dijo mirando su teléfono

-Pero dijiste que íbamos a comparar las cosas del bebé-le dije molesta

-Lo se pero el trabajo es más importante si no de que vamos a vivir-me miro molesto

-Lo siento- le respondí