Un rey ingenuo cuya muerte desato una guerra, obtiene el favor de los dioses para impedir la caída de la Casa Targaryen y elevar a los descendientes de Valyria a la gloria absoluta.
Para los Dioses, "Viserys, el soñador" es tan solo un peón en su in...
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II
El cielo nocturno se nublo por el humo de la gran hoguera en el centro del campamento, las llamas danzaban cada vez más alto, reflejando una luz anaranjada y rojiza sobre los reyes. El sonido de risas y conversaciones lejanas llenaban el aire, mezclado con el crepitar del fuego.
La mirada violeta se perdió contemplando el fuego frente a él, el calor que transmitía era un alivio en el frío del bosque y un consuelo para su pesar.
― Majestad, no ha probado bocado desde que partimos de la Fortaleza Roja, ¿está todo bien? ― Alicent manifestó su preocupación a medida que se acerca a su esposo. Inclinó su rostro para apreciar el semblante imperturbable de Viserys, su palidez asentó aún más la preocupación en su corazón.
― Nada está bien, Alicent, en lo absoluto. Tener una segunda oportunidad después de tanta agonía y muerte, no creí que yo... ―Él se detuvo, su mirada de vacilación y culpa se encontró con los ojos confundidos de la mujer, pese a ello, había un destello de compasión en su mirar.
Erradamente, Alicent pensó que se refería a la agonía constante que sufrió junto a su difunta esposa debido a sus hijos fallecidos o no nacidos, no estaba lejos de la verdad, pero había oscuridad en las palabras del rey, un horror que solamente él sería capaz de comprender, que contradecía al sentido mismo de la realidad. El tiempo.
― ¿Qué creías, mi amor? ― Su voz vaciló al salir de su garganta. Ambos compartieron una fugaz mirada antes de que él pudiera volver a respirar para continuar.
― No creí ser merecedor de una segunda oportunidad, de volver a tener a mi familia, poder ser un... Verdadero padre y rey, para todos, incluso para ti, Alicent ― Susurro, observando su rostro para que ella percibiera en sus ojos la determinación, su decisión. ― Pondré toda mi mente y voluntad en ello ―.
Alicent lo contempló con sus ojos marrones resplandeciendo ante la intensidad del fuego, su rostro se enterneció e incluso se emocionó ante sus palabras, lo que pareció insinuar.
Ella sujetó y acarició su mano para brindarle consuelo, formando una sonrisa de anhelo, de ilusión. Viserys no la rechazó, le dió un suave apretón a su mano y tras una breve sonrisa triste, inclinó su frente sobre la contraria. Su mano se posó sobre el vientre real, en su interior yacía la niña que esta vez, debía proteger. Helaena.
Él notó como Alicent lo recorrió con los ojos bajo la luz de la luna y Viserys lamentó su dulzura reflejada en la opacidad de sus orbes... ¿Aquella era la mujer que había enloquecido y pasado el resto de sus días odiando el color verde?.
―Viserys...― Un suspiro se deslizó entre sus labios. En contadas ocasiones lo había llamado por su nombre, pero jamás se había sentido tan íntimo.
En la inocencia de su joven corazón, con esa entrega y enamoramiento que el rey sentía no merecer, Alicent acarició su rostro entre sus palmas abiertas, lo acercó a sus labios y deshizo la distancia como jamás se había atrevido a hacer. Fue un beso consumado bajo la fe de un joven y ensoñador amor.
En ella aún no existían las raíces de la traición o la intriga, en Alicent había cariño genuino por él, su lealtad le pertenecía a su rey. Viserys lo sabía, tanto como podrían saberlo los mismísimos dioses, él sintió la angustia y el resentimiento ante la premisa que dictaba su hermosa, pero efímera paz.
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N/A: ¡Buenas!, este es un pequeño extra del capitulo anterior, digamos que un pequeño experimento sobre cómo planeo abordar la relación entre Viserys y Alicent. El público de The House Of The Dragon tiene sentimientos encontrados con esta pareja (buenos, malos) así que tómenlo como una advertencia amigable para quiénes no les agrade el ship. <3
