Kim Theerapanyakul un Omega que prefiere la soledad de su habitación
Vegas Theerapanyakul es un alfa déspota y solo usa a los omegas para follar
ambos sienten atracción pero saben que lo tienen prohibido pero no les importa hacerlo una vez
Kim se encontraba comiendo helado en la compañía de Porsche y Macao. Ya que su alfa se encontraba en Singapur junto a Kinn y Porschay.
Su alfa había insistido en llevarlo con el pero el se había negado, ya que no creía poder soportar tanto el viaje.
Aún se sentía un poco débil por las náuseas y vomitos que había tenido durante por dos semanas.
Cómo sigues?- pregunto Macao antes de sentarse en medio de los omegas
Mucho mejor- dijo viendo al menor sonreír- gracias por haberme preparado el caldo de pollo, realmente sabía delicioso- dijo viendo al alfa sonreir con orgullo
Me alegro que te gustará- dijo Macao antes de sentir a su Omega pegarse a el
Amor, pastelito está muy inquieto, le podrías dar un masajito- dijo Porsche viendo a su alfa asentir
Macao sonrió antes de alzar un poco la camisa de su Omega antes de colocar su mano.
Kim sonrió al ver cómo Porsche parecía estar más tranquilo al recibir los masajes de Macao.
Sintió como su primo le alzaba la camisa dejando descubierto su vientre.
No sería justo que mi pequeño sobrino no reciba amor de su tío favorito- dijo Macao antes de comenzar a dar masajes circulares.
Kim soltó un suspiro de alivio al sentir las leves caricias mientras olía el aroma de su primo llenar la habitación.
No pudo evitar acurrucarse contra su primo quien parecía estar más que cómodo con la situación.
Duerman un rato- dijo Macao en voz baja- este sexy alfa los va a proteger- dijo antes de escuchar las risas de los omegas
Porsche se alejo un poco para unir sus labios con los de su alfa antes de volverse acomodar.
Kim sonrió antes de darle un beso en la mejilla al alfa que lo acercó mas a su cuerpo.
Gracias por todo Macao- Murmuró Kim mientras seguía sintiendo las caricias de Macao
No es nada, después de todo somos familia, y la familia siempre de cuida- dijo Macao mientras sentía como Kim se pegaba más- duerme yo voy a velar sus sueños- dijo antes de darle un beso en la cabeza
Kim sonrió antes de cerrar los ojos para dejarse llevar por las leves caricias y el aroma de su primo.
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Vegas estaba leyendo los documentos de la compra y venta de armas, apenas había pasado dos días desde que dejo a su hermoso Omega bajo el cuidado de su hermano menor.
Había mandado a reforzar la seguridad para evitar que sus dos grandes tesoros les pasará algo malo.
Soltó un suspiro al saber que debían de estar otro 4 días más para poder cerrar el trato y tener negocios.
