¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Granada, Sierra Nevada
T/N veía la ventana del teleférico, con sus audífonos puestos; la nieve se extendía por toda la montaña, aquellos valles eran blancos, el frío y la brisa cruda, en su mente hacia contraste con las playas azules y calurosas de Mar de plata que alguien le había enseñado. Sonrió ante el recuerdo.
Argentina, Mar de plata, 2020
Su cabello desordenado bailaba con el viento y el reflejo del sol le hacía fruncir el ceño aún con los lentes de sol. El automóvil se movía por la carretera, había ido con los chicos, y su chico, a la playa cercana
—Gorda, mirá —le indicó el chico, ella lo miró y luego hacia donde señalaba; Una hermosa playa brillante, un azul intenso que iba y venía en la orilla, rompiéndose en esta generando espuma, la arena húmeda estaba llena de pequeñas manchas corriendo, sombrillas y reposeras. Bajó más la ventanilla observando el paisaje.
—Es muy bonito, gordo —le respondió maravillada, se volteo hacia él con una sonrisa de oreja a oreja y se abalanzó llenandolo de besos por todo el rostro, el chico la sostuvo de la cintura arrugando el rostro riendo, ella apretó sus mejillas—¡Ay¡ ¡Que gordo tan lindo! ¡Hoy llega bronceado a la casa! —se burló la chica carcajendose imaginandolo.
Felipe atacó las costillas de la chica empezando a hacerle cosquillas, está trato de alejarlo, se retorció riendo y gritando; el chico más allá de apartarse, se acercó lentamente a su rostro, vio sus ojos achinados apunto de llorar de risa, él se detuvo y cerró la distancia entre sus labios, dejando pequeño piquitos que comenzaron a convertirse en un beso lento.
—¡Ché, boludo! ¡Consignanse un cuarto, no me ensucien el carro, eh! —les molestó uno de los amigos de Felipe al volante, la pareja se separó, la chica le enseño el dedo del medio y el chico empezó a molestarlo también. T/N se posicionó bien en el asiento y miró afuera del auto cerrando los ojos al sentir la brisa refrescante de verano.
Felipe cerró la maletera del auto con fuerza luego de sacar las cosas que llevarían a la playa, uno de los chicos sacó un balón de voleibol empezando a jugar con las chicas en bikini que habían traído con ellos, de repente impacto con la cabeza de Felipe, este se volteo hacia el grupo empezando a correr tras uno de ellos.
T/N salió cerrandola puerta, portaba un bikini rojo; gafas y un sombrero. Gritó al no sentir el suelo, lo hizo más cuando vio que estaba sobre el hombro de Felipe dirigiendose hacia la orilla.
—¡Felipe González Otaño bájame! ¡Mierda, bájame! —gritó espantada, cayó en el agua salada saliendo de inmediato, el chico la vio asustado y empezó a correr por el mar empezando a reírse.
—Gorda, llegamos —avisó Felipe a su lado, tocando suavemente su pierna, y con eso, despertandola de aquella memoria. Bajaron del pequeño transporte, guardo sus audífonos, tembló al sentir la brisa que se aproximaba agresivamente contra ella, apesar de estar cubiertos de capas de ropas, no se acostumbraban, bueno al menos ella, Otaño ya estaba familiarizado con aquel ambiente, tenía que ir todos los días a grabar en la nieve.
Hoy Bayona les había dado algunos días para pasear por España, la pareja decidió un plan tranquilo e ir a la montaña a tomar algunas tazas de chocolate caliente admirando el paisaje.
—¿A dónde vamos primero? —dijo con los dientes apretados y titireando del frío. Al no obtener respuesta se giró, una bola fría impacto en su frente, esto la desestabilizó pero al recuperarse, jadeó y se levantó, agarró un puño de nieve para luego lanzarlo hacia Felipe, este empezó a correr, huyendo de la mujer que lanzaba bolas de nieve riendo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
