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Todo es complicado si lo miras desde el pesimismo, siempre busca lo positivo, eran palabras que la madre de Red siempre comentaba, no es que el no fuera una persona optimista, realmente sus compañeros comentaban que era excesivamente así, pero en ese punto de su vida comenzaba a preguntarse por lo que estaba sintiendo. Sus cabeza se sentía revuelta y su corazón confundido al grado que esa mañana no se había levantado de la cama, giraba dentro de las sábanas pensando en aquel tormento que lo aturdía y cuestionó a sobre eso, puede que sólo este enfermo del estómago, se intentó convencer, pero no caía en sus propios engaños. Giró de nuevo sobre su eje, quedando su rostro sobre la almohada rememorando lo que había ocurrido el día de ayer, realmente era un niño pequeño, sabía que si le contaba a Blue y Pink se reirían de él, bufó molesto, ante sus propios sentimientos.

— ¿Por qué? — Gimoteó; sus recuerdos de ello volvían como pesadillas.

Un día antes.

Era normal que Red se perdieron, siempre era propio de él, había nacido con esa maldición y lo aceptaba pero, ante lo que sucedía, parecía que su brújula siempre señalaba hacia aquel hombre alto y villano, no llevaba el total de veces que se habrían encontrado, pero eran más que sus dedos, eso le asustaba, como si estuviera predestinado a su encuentro, la diferencia es que el día de ayer fue diferente.

Red había terminado perdiéndose en la ciudad, caminaba intentando llegar a la tienda por un par de dulces para los pequeños, pero en su camino, llegó hasta Tokyo, asustado miraba el mapa intentando encontrar algún sentido a su ubicación, tomó un par de fotos para recordarlo cuando un hombre tocó su hombro.

— Déjame adivinar, estás pérdido.— Su voz gruesa y marcado podría reconocerla siempre.
— Señor villano. — Infló sus mejillas al notar alguien conocido. — Sólo iba a la esquina. — Gimoteó; Realmente entendía que era el día de descanso del villano, habían sido tantos encuentros que recordaba el día.
— Oh vamos. — Dió un golpecito de confianza. — Vamos está cerca un lugar que quiero conocer, hay muchos pandas. — Concluyó para comenzar a caminar, esperando que el niño lo siguiera, sabía que al joven le gustaban los pandas y en especial había escuchado que al ser dos personas podría escoger una mesa privada para disfrutar más sus alimentos. El camino fue raramente tranquilo, el Ranger se mantuvo tranquilo, cosa rara en él, por lo general su efusividad llenaba el sitio y era inexplicablemente cómodo para el villano, ese comportamiento era diferente.
— No deseas venir,puedes decirlo. — Su voz monótona sonaba pero también había una pizca de algo que no podía comprender el pelirrojo, era como desilusión, o sólo ideas propias.
— Si, si quiero ir, sólo que es algo raro. — Su tono de voz bajaba un poco, concluyendo en un susurro. — Como si estuviéramos predestinado a encontrarnos. — Bajo su mirada, la idea de ello era extraño, para no decir confuso, sus sentimientos eran una marea confusa, le encantaba pasar momentos con el mayor, era una necesidad extraña que se había alojado en su corazón, siempre deseando terminar en algún sitio con su enemigo comiendo algún dulce, escucharlo preguntar sobre cosas comunes, su cercanía a su cuerpo, extraño diría el niño.
— ¿Predestinado? ¿Qué es exactamente eso? — se detuvo para observaba al Ranger que se hacía cada vez más pequeño, en curvando su cuerpo, ocultándose de él.
— Siempre nos encontramos, terminamos en estás especies de citas. — Recalcó dudoso.
— ¡Oh! — El mayor comprendió, había estudiado que los humanos tenían citas y después se volvían pareja, tomándose de las manos y dándose besos, aunque por lo general esto no pasaba en público, sabía que habían cosas en privado, pero aún no tenía el acceso a ese conocimiento, conforme a su investigación y lo que había llevado de encuentros con Red sin duda eran una pareja, no podía negar que era interesante pues, ante todo lo que sucedía, podría estudiar de cerca el fenómeno y más entender porque estos siempre terminaba en una cama, que era recurrente en las novelas que pasaban por televisión. No perdería el momento de investigar. — Es que somos una pareja.— Dijo confiado, cuando su mano de lanzó a la contraria, sus dedos se enlazaron sutilmente con los del menor, su mano era pequeña pero aún así podía sentir como tenía marcas de trabajo duro en ellas, no era bueno tomándola, había visto a parejas en la calle aún así no lo había hecho con nadie.
— ¿¡Queeeeeeee!? — El grito de asombro de Red no pudo contenerse y más al sentir las caricias y mimos en el acto de tomarse de las manos, no podía procesar la idea de que tenía una pareja, era su primera vez en ello, siempre era tan distraído que nunca había tenido una confesión y ahora era la pareja de la persona que deseaba acabar con la humanidad, estaba en shock, aún así deseaba estar con él, de esa o otra manera, era algo que no podría entender.
— Bueno entonces como buena pareja vayamos a comer a ese restaurante de pandas. — Continuó sin inmutarse ante lo que estaba sucediendo, jalando el cuerpo inerte de Red ante la confesión, decidido a llegar a su destino.
— Señor villano, una duda, Si somos pareja ¿también nos besaremos? — Cuestionó intrigado a los hechos.
— Si es lo que hace una pareja, lo haremos. — Sonrió con sutileza, había escuchado que besar generaba una sensación de alivio y felicidad, quería probarlo, si era tan bueno como decían. Red solo pudo sonrojarse ante las palabras y la imagen que apareció en su imaginación de ambos besándose, saboreando los labios de su acompañante, sin duda sabrían a fresa, se dijo mentalmente esperando el momento.


Estaba aburrida en Ao3
Me volví amante de ellos.

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⏰ Última actualización: Jan 23, 2024 ⏰

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