Innocence and Experience| Louis Tomlinson.✓

Capitulo 35

Capítulo 35•
"Call"

Louis volvió. Y lo había golpeado, le había ordenado que se alejara, le había dicho te odio, no le había hablado el resto del tiempo que estuve con él; y Louis me había sonreído cuando supo que estaba ahí, intento acercarse aun cuando ya lo había golpeado, me respondió te amo, e intento hablar conmigo aun cuando yo me mantuve callada.

Y ahora, él estaba llamando a mi móvil, desde hace diez minutos; no quería contestar, muy en el fondo me pesaba decirle 'Lo siento, actué como una tonta'.

Era estúpido darme cuenta de que mi orgullo era más grande de lo que alguna vez había imaginado; el chico al que estoy haciendo esperar es a Louis, ¿quién diría que yo haría eso?

—Seguro que no vuelve a llamar después de ésta. —susurre cuando deje de escuchar el timbre del móvil.

Pero lo hizo. Tome el móvil y respondí con algo de incomodidad.

—Ayer te fuiste dejándome parado al pie de la carretera. —replico Louis.

Louis no estaba viéndome, pero por alguna razón tenía que mirar a otra parte, evitando lo que estaba diciendo, antes de sonrojarme, porque era cierto, lo había dejado parado al pie de la carretera con un montón de preguntas, pero en ese momento estaba muy molesta. ¡CÓMO RAYOS LE IBA A HABLAR, SI ESTABA MOLESTA!

—Ah... no quise...
—Podrías disculparte aceptando salir conmigo.

Titubee antes de responderle, pero él pareció no escuchar el pequeño temblor de mi voz.

—Eso no viene al caso. Yo...
—O, ¿debería ir a tu casa?

Chasquee la lengua en un signo de queja, no quería una cita, no quería una visita, pero Louis estaba insistiendo.

—No, lo que sea que me tengas que decirme, dímelo ahora.
—Esas cosas no se dicen por teléfono.
—Bien, entonces, no me digas nada.

El silencio apareció de repente, y de la nada notaba que la llave del agua de la cocina estaba goteando, los gatos de la vecina estaban maullando demasiado alto, los autos iban y venían, y que Louis estaba pensando en algo, demasiado.

—Eres más terca que una mula. —fruncí el ceño cuando dijo eso, me recordaba que él me veía más como su hermana que como una mujer. —Y te las arreglas para que de todas maneras siga aquí, rogándote.
—Pues no lo hagas.
—¿Eh?, ¿tienes miedo a que funcione?

Oí su risilla del otro lado de la línea, ¿él había dicho qué?, sacudí mi cabeza antes de que la cabeza se me llenara de ideas tontas, donde las indirectas de Louis me llevaban a distintas posibles respuestas.

—Basta Louis...
—No he dejado de pensar en que hubiera pasado, si te hubiera dicho que me gustabas, más de lo que podría explicar.

Todo lo que tenía listo para decirle se me fue de la mente, dentro de mí aun vivía la chica de quince años, que ya no era una niña, ni una mujer y que se la pasaba pensando en Louis la mayor parte del tiempo.

—Y nunca lo vas a saber. —respondí un poco perdida, la conversación había dado un giro drástico.

Louis suspiro, y mi piel se erizo, como si lo estuviera haciendo directamente sobre mi piel.

—¿Estás enojada?

«SÍ, SÍ, SÍ, SÍ»

—No.

Louis volvió a guardar silencio por unos segundos, hasta que hablo dándome más bien una propuesta que una disculpa o lo que sea que se dice después de este tipo de cosas.

—Eso suena a todo lo contrario, pero no importa, espero que no te moleste que un hombre como yo, te corteje.

«¿Estás de broma?»

—Eh, espera... ¿qué estás diciendo?
—Hace cinco años que no te veo.

Cinco años ya no sonaban a nada, era como si en un día pudiera recordar todo lo que pase, pero aun así era cierto, había pasado mucho tiempo desde que hablamos cara a cara, desde que supimos si nos gustaban casi las mismas cosas, desde que él no menciono disgustarle algo, o yo; dolía admitir que de alguna forma Louis podría ser casi un extraño ahora porque no sabía mucho sobre el actual Louis.

—Déjalo... —¿tenía caso esto?, él ya no me conocía como antes. —, lo que sea que te haya gustado de mí, de seguro ya no lo tengo. Tenía quince años.

Louis no me respondió, porque seguro estaba dándome la razón, la verdad me entristecía un poco, pero probablemente tampoco Louis ya no tenía lo que me gustaba de él.

—Es por eso que lo hago —me respondió. —, si de verdad te amo, voy a encontrar algo nuevo que amar en ti.

Sus palabras llegaron sin precaución, haciendo que algo explotara en mi interior, y la sensación era familiar, hace mucho que lo había sentido, y de nuevo Louis era el culpable.

—Debes estar borracho por la gala de ayer. —le respondí seca, tratando de salvar mi orgullo, sentía como si Louis estuviera viendo mi rostro justo ahora.
—Supongo que nuestro encuentro aun me tiene en las nubes.
—¡Basta!
—Te amo.

Las palabras se me atragantaron en la garganta, y él volvió a repetir su última frase, sin ninguna molestia al decirlo, de nuevo y de nuevo, hasta que se despidió de mí, asegurándome que iba a cumplir lo que dijo.

Huh, ¿Y ahora qué voy a hacer?
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