❦⬩𝕯𝖊𝖊𝖕𝖊𝖗 𝖘𝖍𝖆𝖉𝖔𝒘𝖘 ♛ [Kσσктαε] [+18]

Capítulo 14

Jungkook está esperando a que su hermana salga del colegio, pero su mente está muy lejos de ese patio lleno de familiares y del alboroto que arman los niños al salir corriendo y emocionados de sus clases.

En su cabeza solo está la imagen de ese rubio sentado en su sofá, vestido con su propia ropa con la que lleva tres días al no tener nada más que ponerse, a no ser que sea prestado, y envuelto en un ovillo de sábanas a las que abrazaba.

Ni siquiera le miró a la cara cuando le dijo que iba a buscar a la niña, no preguntó si podía ir con él y Jungkook tampoco formuló la cuestión que quemaba en su garganta.

—¿Va a estar Tata en casa? —pregunta Seungah en cuanto le ve.

Y eso es exactamente lo que le gustaría saber a él, es lo que no se atrevió a decirle, que le encantaría que siguiera allí cuando volviera, aunque sabe que eso es algo que no merece, pero tampoco merece sentir ese dolor en el fondo de su pecho, ese que rasga su corazón en mil fragmentos cuando rememora las alegres sonrisas de los niños de esa fotografía, unos niños que parecen sacados de una película más que de un recuerdo real.

—Quiero hacer muchas con él —empieza a hablar la niña emocionada—, quiero pintar otra vez y enseñarle mis muñecos y que me haga peinados —parlotea animada— y me gusta hablar con él, Gu.

—¿No quieres ir al parque? —cuestiona mientras la lleva de la mano hacia el coche.

—No, quiero ir a ver a Tata —afirma sin dudarlo.

—Siempre vamos al parque al salir del cole —eso es algo que tienen por costumbre desde que la pequeña empezó a ir a las clases, algo que hacía con sus padres y que no se han saltado ni una sola vez, al parecer hasta el día de hoy.

—Pero Tata es más importante —habla con determinación mientras su hermano la sienta en el coche—, quiero estar con él.

<<Yo también quiero estar con él>>, su corazón le dice eso, su mente le dice que solo debe hacerlo y su boca dice algo totalmente distinto.

—Escucha, Seunie... —empieza, dubitativo—, puede que Taehyung no esté en casa cuando lleguemos.

—¿Qué le has hecho? —le mira con enfado, cruzándose de brazos y juzgándole con la mirada.

—Yo no le he hecho nada —intenta defenderse.

—Gu —habla con seriedad—, el amor no duele —sus pequeños ojos negros fijos en el rostro del mayor.

—¿Qué tiene que ver Taehyung con el amor? —esboza una sonrisa nerviosa.

—Para ti todo —dice sin más y, realmente, parece que ella lo sabe todo, aunque nadie la haya dicho nunca nada—. Ma y pa se querían y no lloraban, ¿por qué no dejas que Tata te quiera así?

—Seunie, cielo, Taehyung no me quiere, los adultos no siempre tienen que quererse.

—Lo sé, pero él si te quiere —afirma sin ninguna duda—, sino ¿por qué está en casa?