⋆⁺₊⋆ ☾ ⋆⁺₊⋆ ✨Seong-Jin sintió todo su cuerpo temblar al oír la alarma sonar justo a un lado de su cama. No había dormido nada, había estado esperando ese momento toda la noche. En realidad, todas las noches desde que su padre le había dicho que iniciaría en una escuela presencial.
Y no en cualquier escuela, sino en la que estaban quienes solían ser sus amigos.
Sintió su estómago dolerle con ese pensamiento.
Se quedó mirando al techo, donde se encontraban sus estrellas verdes pegadas, y deseo quedarse allí para siempre, pero no quería que toda su vida se tratara de eso, tenía que avanzar. Por lo menos es lo que le había dicho su terapeuta.
Esto es lo que querría el.
Se froto los ojos y de un salto ya estaba fuera de su cama, con mucho mareo, pero ya había dado el paso más importante. Vio como afuera de su clóset estaba colgado su uniforme y aquello le dio pesadillas, hace mucho no veía uno y amaba estudiar en pijama. Lo tomó perezosamente y lo tiró en su cama, para luego entrar al baño y tomarse su tiempo.
Al sentir el agua helada caer sobre su cuerpo pegó un grito adolorida, se dio cuenta que había abierto la llave equivocada.
—Ay. . . Tú puedes con esto, Seong-Jin.
Aunque luego de salir del baño se quedó mirando su pantufla por cinco minutos, reflexionó de absolutamente nada y se obligó a ponerse el uniforme.
Al vérselo puesto, pensó que parecía sacado de aquellos doramas que se pasaba viendo cuando no tenía nada que hacer, ósea el último año. Se acercó a su tocador y se lamentó al ver las enormes ojeras debajo de sus ojos, resultado de no descansar muy bien, así que deseando dar una buena impresión tan solo en su primer día, se arregló el rostro con un maquillaje, hacia que no lo hacía, no tenía una razón.
Pero esta vez la tenía, creía que esta podría ser su forma de iniciar de cero, por más incómodo que fuera. Un poco de corrector bajo sus ojos, pestañina que no podía faltar, polvo de hadas para resaltar sus mejillas y nariz, blush para no verse tan paliducha y un poco de brillo transparente para sus labios resecos. Se vio una última vez y le gustó lo el resultado final. No se veía tan cargada, sino natural. Pero tampoco parecía una muerta viviente.
Reviso la hora en su teléfono, viendo que tenía unos 30 minutos para llegar al instituto.
Tomó su bolso, donde ya tenía los útiles del periodo, cortesía del asistente de su padre, miro que no le faltará nada. Y partió.
Le había especificado a su padre que no le daría problemas y que si asistiría a la escuela, pero que no deseaba llegar en su auto. Y no era por "No quiero que me vean llegar en un carro, que vergüenza", sino porque la escuela le quedaba cerca, y tenía ganas de estirar las piernas y sentir la brisa golpearle la cara.
Después de estar tanto tiempo encerrada en la oscuridad de tu cuarto, uno empezaba a apreciar esas cosas tan pequeñas.
Llevaba caminando unos cuantos metros y vio el sol transpasar los árboles por los que pasaba, un bonito amanecer se estaba poniendo en el cielo mientras ella sentía sus manos sudar al apretar las correas de su mochila.
Solo respira. . . Relájate. Estarás bien.
Se repetía cada que tenía leves temblores. Ser tan introvertida era una carga y no una cualidad, como la solían halagar.
Y pensar que volvería a verlos luego de tanto tiempo le formaba un nudo en la garganta, aquellos chicos eran son su mundo entero, y los había perdido el día que había cerrado las puertas de su corazón. Era su culpa, y por mas miedo que le causara, enmendaría las cosas.
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EVERYTHING HAS CHANGED
FanfictionDonde Seong-Jin necesitaba hallar un nuevo lugar al que llamar "Hogar" y en donde pudiera sanar, y se dio cuenta que aun después del dolor se puede volver a ser feliz con las personas correctas. "𝗟𝗼 𝘂𝗻𝗶𝗰𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝘀𝗲 𝗲𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗱�...