07. Gran espectáculo.

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Mi tía había venido a mi apartamento una vez por semana tal y como prometió. Realmente nada avanzaba, no era como que tuviera mucha urgencia por decorar todo.

Mi habitación tenía un armario, un escritorio, estanterías, la cama y las mesas de noche, yo lo consideraba suficiente, pero mi tía no.

Así que me vi obligada a estallar mis tarjetas y las de mi tía comprando muebles, claramente con su ayuda.

―Te dije que este sofá no combinaba aquí.― dijo ella con sus brazos cruzados.― El sofá es rosa y la mesa blanca, no tiene sentido. Si hubiese una alfombra rosa seria mucho rosa, y si fuese blanca sería mucho blanco.

Mi mente estaba como un lavarropas durante ese fin de semana, muebles, estudios y su tía, combo completo.

―Simplemente pongamos almohadones blancos en el sofá y decoraciones rosas en la mesa.― le dije.

Ella asintió.― Buena idea, tal vez luego tu padre se digne y compre un buen sofá, lo pondremos aquí y una alfombra rosa debajo. Hagamos eso.― continuó, luego caminó a la cocina.―Aquí está todo bien, solo deberías darle un poco más de espíritu con alguna decoración bonita. Cuadros, utensilios, algo..

―¿Crees que es para tanto?― le pregunté caminando tras ella.

―Claro que sí, es tu casa ahora, y dudo que te vayas de aquí en mucho tiempo, debes hacerla tuya.― tomó una caja y la abrió, dentro habían muchas decoraciones rosadas y doradas.

―Escupiré arcoiris con tanto rosa. Queda lindo pero que no todo sea como la casa de fluttershy.― dije.

―¿Qué otro color querrías?― sacó una lámpara de escritorio y la puso sobre la chimenea bajo la televisión, luego fotos nuestras en marcos rosados.

―Algo gris, que el entorno sea más elegante. No tan pastel.

―Eso lo puedes hacer en la cocina, el mármol es gris.

―¿Y el resto de la casa?

―Allí también, ese lugar es para algo neutro.― señaló a la segunda sala de estar, esta tenía un ventanal que daba a la ciudad.

La cantidad de cajas que habían en la casa me agobiaban.―Tía.―llamé y no contestó.― ¡Tía!― volví a llamar y le lancé un cojín.

―¿Qué?― preguntó devolviéndomelo.

―Vendrá papá, ¿Verdad? Por eso estás desesperada por esto.― pregunté sentándome en el sofá.

―Para nada. Apenas y hablo con él.― respondió segura, ella sabía mentir mejor que yo.

―Estuve un mes sin necesitar tantos muebles y de la nada quieres hacer todo esto. Mientes bien pero no es suficiente, te conozco mejor que tú misma.

Ella volteó frustrada.―¡Si lo notas ayúdame! ¿Sabes el drama que me hará si se entera que estas viviendo como perro callejero?

―¡No estoy viviendo mal!

―Este lugar dice lo contrario, niña.

Me quejé, me levanté y fui a abrir las cajas para ver qué había en cada una.

―Esa caja tiene una alfombra, ponla allí― señaló la, antes mencionada, sala de estar

Obedecí y le pregunté:― ¿Por qué quiere venir?

―A molestarnos, ¿A qué más? Seguro se quiere comprometer con la mujer que tiene en Estados Unidos.

―¿Y ellos vivirían acá o yo iría a vivir a Estados Unidos?

PROMISES AND DEBTS - EWFSOODonde viven las historias. Descúbrelo ahora