24. El último tramo.

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La luz del sol asomaba por el ventanal, el frío del exterior no se sentía en absoluto por el aire acondicionado, nuestros cuerpos juntos y la ropa de cama que nos abrigaba.

El brazo de Soo-ho rodeaba mi cuerpo, su mano descansaba en mi cintura y mi cabeza en su pecho.

Mis ojos se abrieron lentamente, encandilándome con la luz que entraba por la ventana.

Tosí un poco, ya que me picaba la garganta. Era obvio que me enfermaría luego de estar tanto tiempo en el frío.

La mano de Soo-ho se fue directamente a mi espalda, dando palmaditas en ella.

¿Lo había despertado?

Levanté la mirada y él aún tenía los ojos cerrados. Sonreí a labios cerrados al verlo allí con el cabello desordenado y una expresión tan tierna.

Una pequeña sonrisa se formó en su rostro y abrió un solo ojo, encontrándose conmigo.

La vergüenza hizo que escondiera mi cara de nuevo en su pecho.

Todos los recuerdos de ayer, Dios, no quería que él recordara cualquier cosa de noche. Simplemente me moría de vergüenza.

—Buen día.— habló.

Su otra mano se dirigió lentamente a mi barbilla, levantando mi cara y dejando un beso en mis labios.

Aquello hizo que sonriera, incluso sabiendo que seguramente, al igual a que a mí, se le venían todos los recuerdos a la mente.

—Buen día.— correspondí el saludo.

Nuevamente, al hablar mientras miraba hacia arriba, me picó la garganta y nuevamente tosí, sentándome rápidamente en la cama.

Él también se levantó.— ¿Te sientes bien?

Asentí, cubriéndome la boca.— Sí, solo es algo de frío que tomé ayer.

Él se destapó y fue al armario al lado de su cama. Buscó y sacó una toalla, teniéndomela.

—Date una ducha caliente, yo prepararé el desayuno.

Mi corazón se detuvo.

¿Por qué esto me parecía sumamente atractivo?

¿Por qué me daba esperanzas de que algún día todo esto sería parte de mi rutina?

Me mantuve mirando intercaladamente entre la toalla y su rostro, ¿Qué debería hacer? ¿Ir a bañarme o lanzarme sobre él?

Él rió.— ¿Estás bien, Min?

Flashback.

Mi rostro se sonrojó de inmediato, lo sentí.

Extendí la mano y tomé la toalla, agradeciendo y levantándome rápidamente de la cama.

—El baño es..— antes de que terminara de hablar, yo ya había entrado.—.. ahí.

Cerré la puerta y cubrí mi cara con la toalla, ocultando una gran sonrisa.

Mis pensamientos se confundían entre sí, porque, por supuesto que sentía angustia y demás cosas confusas por lo sucedido ayer.

Sin embargo, aunque sonara irreal incluso para mí, todo desaparecía junto a él. Nada de todo lo que pasaba importaba.

Me angustiaba el hecho de ir a la escuela, me aterrorizaba pensar en volver a casa, me sentía totalmente insegura de poder ver a alguien más a la cara luego de que todos fueran a ponerse en mi contra.

Pero..

Pero con él era tan fácil reír por horas y disfrutar el momento que, no sólo esta vez, sino tantas otras veces, olvidar todo era mucho más fácil sin siquiera intentar borrarlo de mi memoria.

PROMISES AND DEBTS - EWFSOODonde viven las historias. Descúbrelo ahora