PROMISES AND DEBTS - EWFSOO

08. Una herida y algunas más.

Si en algún momento le había gritado a mi padre, definitivamente ese momento no había sido nada memorable, no para bien.

Y.. era una ocasión muy poco oportuna para verlo, pero allí estaba, siempre tan inoportuno como siempre.

Abrí la puerta y su cara estaba allí, a unos metros, su cuerpo se encontraba sentado en el sillón mientras sostenía una taza en su mano.

Agua, té, café, soju.

Nada de eso importaba ahora.

La única pregunta que quería hacerle era..

—¿Qué haces aquí?

Sus labios formaron una sonrisa. No veía una de esas hace tiempo, ni desde los tres meses que habían pasado desde la última vez que lo vi en mi anterior escuela, ni hace tres años atrás, cuando me contó que tenía novia. Esa sonrisa la tuvo aquel día que se despidió de mí en el aeropuerto.

—Vine ver a mi preciosa hija.— dijo él.— ¿No crees que deberíamos celebrar tu récord de tres meses sin causar problemas?

Oh..

—.. aunque esa racha se vio perjudicada a las..— miró su reloj—.. ocho cuarenta y tres de la noche, cuando llegaste a casa luego de mas de tres horas pasadas.

—Tuve un evento extracurricular— le dije, mientras cerraba la puerta—. Lo siento por no haberlo dicho, es que nunca llamaste.

Él rió.— Eres tan testaruda como cuando eras pequeña.

¿Siquiera te acuerdas? Qué honor.

—Iré a cambiarme, ya vuelvo.

Me dirigí rápidamente a mi habitación y cerré la puerta.

Suspiré quitándome la sudadera. Me cambié y fui al baño de mi habitación, lavé mi cara y me mojé el cuello, de repente me sentía muy acalorada.

Eran los nervios, supuse.

Volví a la habitación y vi el pantalón que aún estaba dando vuelta en la cama.

Así que esa era la razón de mi humor.

Me había llegado el período.

¡Ya está bien de casualidades! ¿no?

Me puse una compresa y salí de nuevo.

—Es un lindo apartamento. Eun-ji tiene buen gusto.— dijo él.

—Lo elegí yo, de hecho.— dije dirigiéndome a la cocina para preparar la comida.

—Oh.. buena elección, entonces. Al menos gastas mi dinero en cosas con clase, no como tus hermanos.

Mis hermanos.

—Al único que acepto llamar así es a Gu-won.

—Na-ri es tu hermanastra al fin y al cabo. Además, ahora que su madre y yo nos casaremos, serán finalmente hermanas.

Linda forma de dar noticias.

mientras prendía el fuego, pregunté..—¿Creíste que diciéndolo casualmente dolería menos? Me tratas más como una mascota que como tu hija. ¿Na-ri es más que yo?

—Podrás ser problemática, pero nadie es más que tú, Min-hae, por Dios. Eres igual de dramática que tu madre.

—¿Entonces por qué lo dices como si fuese algo normal?— le pregunto.— Aunque sea normal para ti, no lo es para mí.

—He salido con Na-rae hace tres años, y para cuando sea la boda, serán cuatro. ¿Por qué aún no te acostumbras?

—No creo acostumbrarme nunca.