Este es un Au royal, en el cual Stuart es un príncipe perseguido desde su infancia por una cruel maldición, sin embargo un accidente días antes de su cumpleaños número 18 lo llevaran a conocer a Murdoc, el rey de los vampiros, alguien solitario, cuy...
Me encontraba en un lugar muy extraño, era como una cueva sombría y oscura digna de un escrito de terror, en esta había un enorme pozo hecho de piedras -dándole un aspecto rústico- y un espejo, el cual tenía un borde dorado con un tallado de flores muy elegante, en este primero vi mi reflejo con una extraña túnica de color rosa, acompañado de un sobrero extraño, casi como el de un bufón.
Entonces la imagen cambio a la de una hermosa mujer la cual pasaba de ser joven a verse anciana, esta me miro a los ojos, su mirada profunda expresaba un inmenso deseo de vanidad y avaricia, la mujer empezó a salir lentamente del espejo mientras se lamia los labios expresaba "te encontraré mi flor azul" aterrado empecé a retroceder, cuando volví a escuchar su voz "tu eres mi salvación", ella seguía saliendo del objeto, yo solo podía seguir retrocediendo, hasta que llegué al borde del pozo.
Cuando la mujer ya estaba cerca mío se escucho un fuerte rugido, eso me puso los pelos de punta, no había duda de que el rugido venía del pozo, de un momento a otro, con tan solo haber parpadeado, aparecí amarrado a un objeto de madera muy raro, era similar al timón de un barco, al principio bajaba muy lento, casi ni se sentía el movimiento, pero sin darme cuenta comenzó a descender cada vez más rápido, en eso vi unos enormes dientes, comencé a gritar y antes de estrellarme . . . desperté.
¿Qué rayos había sido eso? ¿Quién era esa mujer? ¿Qué significaba aquel espantoso sueño? No tenía ni la menor idea, estaba temblando y sudando frío, ese sueño se había sentido tan real que casi me da un ataque al corazón. Al mirar por la ventana me di cuenta de que ya estaba amaneciendo, me senté en la cama y me quedé así por un largo rato, me quedé pensando en lo que significaba ese sueño, mis pensamientos fueron interrumpidos por Cya, la cual toco la puerta de mi habitación antes de pasar.
- Adelante - dije dejando que ingresé - Buen día señorita Cya.
- Buenos días joven Stuart - dijo cortésmente, me sorprendía que apariencia era una niña de diez años, pero mentalmente aparentaba más edad, en cierto punto era un poco aterrador, pues hablaba con un vocabulario más elegante y culto, como una joven-adulta - el amo Murdoc quiere que te presentes en el comedor principal para desayunar, además te dará unas cuantas instrucciones que debes seguir en tu estadía.
- Gracias, en un momento bajo - dije poniéndome de pie, aunque la niña volvió a hablar.
- Yo te esperaré afuera de tu habitación y te acompañaré hasta el comedor.
- Esta bien, aunque no quiero incomodar o ser una molestia.
- Para nada, para mi es un placer y una obligación en cierto punto.
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Estaba dispuesta a asearme forma rápida pero no sabia donde estaba el baño, Cya al notar mi gran confusión se dirigió hacia una de las paredes del lugar, una que tenia un pequeño símbolo raro, empujo una parte de la pared que se abrió como por obra de arte - con que ahí estaba el baño- entre disculpándome por mi torpeza, ya dentro y en total privacidad explore el lugar con la mirada, tenia una espaciosa tina, la cual a un costado tenia un montón de botellas con diversos tipos de flores, aceites aromáticos, esencias, entre otras cosas, me di un baño algo rápido, pues hacer esperar a alguien es de muy mala educación, mi tutor me daría una cachetada si viera lo que estoy haciendo, al terminar me puse una de las esencias rápidamente, era una aroma de vainilla, salí corriendo del baño para cambiarme y me puse lo primero que encontré en el armario, no me vi al espejo pues eso era lo de menos ahora, por último tendí mi cama y abrí la puerta encontrándome a Cya quien esperaba pacientemente en la puerta.
