1- El mundo entero

3.5K 225 128
                                    

Enzo Vogrincic era un alfa.

Eso era un hecho, tanto como que el cielo es azul o que el agua moja. Todo el mundo lo daba por supuesto. Qué otra cosa podría ser un tipo tan alto, con esas facciones y ese porte.

Tenía que ser un alfa. Excepto que no lo era y lo había ocultado toda su vida.

***

Le acababan de confirmar que el papel era suyo y no pudo evitar llorar de la emoción. No era propio de un alfa, pero después de todo no era uno. Nunca lo había sido y nunca iba a serlo, por mucho que las personas a su alrededor siempre le hubiesen asignado erróneamente ese segundo género.

"Los omegas no van a ningún lado en esta profesión, chiquito"

La frase llevaba resonando años en su cabeza, aquellas palabras que habían salido de la boca de su representante cuando se presentó como omega a los 15 años. Había sido una sorpresa, incluso para sí mismo, a la par que una decepción para su círculo cercano.

Su representante había dejado una caja de pastillas en su mano antes de irse. Si quería ser actor y llegar lejos, tenía que ser un alfa. Y lo iba a ser, incluso si eso representaba aniquilar sus instintos omegas y mentirse a sí mismo y a los demás.

El precio de sus sueños era alto, pero estaba dispuesto a pagarlo.

Hasta que llegó él.

***

Matías Recalt era un alfa menudo, casi casi delicado. Complexión delgada, rostro redondeado, suaves facciones delicadas. Si no fuese por su olor, cualquiera lo confundiría con un omega.

No era como si le importase, no creía en los estereotipos asignados a los géneros, aunque el resto del mundo sí lo hiciese. Él iba a llegar lejos porque tenía talento, dijese lo que dijese su aspecto.

Y ser el actor elegido en una producción como La sociedad de la nieve era un triunfo aplastante sobre las habladurías de sus rivales.

"Jódanse" pensaba al embarcar rumbo a Uruguay.

No sabía aún lo que le esperaba.

***

Matías se replanteó todo lo que sabía sobre las relaciones entre alfas cuando conoció a Enzo Vogrincic. El tipo claramente era un alfa, tan alto, tan guapo, con esas facciones varoniles y esa voz profunda. Y aún así, lo atraía como nunca otra persona lo había hecho.

Algo en su alfa interior casi ronroneaba cuando lo veía, y eso lo inquietaba. Si bien sbía que podía darse el caso de que dos alfas fuesen compañeros, también sabía no era algo frecuente ni muchísimo menos exitoso. El porcentaje de éxito entre una pareja de alfas era mínimo, lo sabía perfectamente.

Y sin embargo cada vez que miraba esa hermosa cara solo quería enterrar su rostro en su cuello e inhalar, aunque sabía que no encontraría aroma alguno. Qué frustración.

Sabía que nadie había preguntado por respeto a su privacidad, pero el porqué Enzo era un alfa que usaba supresores de olor era un misterio para todo el grupo y especialmente para él.

"Será que su aroma es tan impresionante?" pensaba Matías, sin respuesta.

***

The scent [Matienzo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora