Matías no podía creer la suerte que tenía.
Tenía un compañero maravilloso, tenía una manada por la que daría su vida y tenía una hija recién nacida que iluminaba todos sus días. Y aún así...
Y aún así, quería más.
Lo empezó a querer cuando compartieron el celo de Enzo con la manada y la idea tomó forma a medida que los límites con Agustín y con Fran se desdibujaban. Y vaya que se habían desdibujado para convertirse en algo nuevo, tanto el alfa como el otro omega eran pareja de él y de Enzo, lo habían sido por un tiempo. Transcurridos un par de meses del nacimiento de su hija, estaba seguro de lo que quería.
Quería reclamar a Fran y a Agustín y volverlos sus compañeros, como Enzo lo era.
Fue al encuentro de su omega para plantearle la idea, y no se sorprendió cuando Enzo lo recibió con un beso y su hija en brazos. Acarició a su cachorro y besó profundamente a su omega. El amor que sentía por él solo aumentaba cada día.
–Mi amor –empezó, ligeramente nervioso– Hay algo que quiero, pero necesito saber si también lo querés.
Enzo le dedicó esa sonrisa con hoyuelos que lo hacía temblar.
–Querés pedirles a Fran y a Agus que sean nuestros compañeros.
Matías abrió mucho los ojos y su omega rió.
–¿Cómo lo supiste?
–Porqué quiero que lo sean, también.
–¿De verdad? ¿Querés lo mismo que yo?
Enzo lo besó suavemente.
–Siempre, Mati. Y sé qué Agus lo quiere también, él me lo dijo hace unos días. Quiere que lo muerdas y lo hagas nuestro, amor.
Estrechó a su omega en sus brazos, aún más de cerca, sintiéndose feliz.
–¿Fran? –preguntó con algo de ansiedad.
Sabía que el caso del omega era más complejo, después de todo Agustín no tenía un compañero y podía decidir libremente si unirse a ellos o no, pero Fran tenía a Esteban y necesitaba contar con su consentimiento.
–Hablando con Kuku –contestó su omega.
Asintió y besó a su compañero y a su hija en los brazos de este.
Estaba impaciente.
***
Fran se sentó en las piernas de su alfa, preparándose para la conversación que necesitaban tener.
–Esteban ... –murmuró.
–Hola, precioso –su alfa lo recibió en su regazo y lo besó rápidamente, sus manos en su cintura.
–Hay algo que tengo que consultarte, amor.
Esteban asintió, expectante.
–Sabés que te amo –empezó, y continuó ante el asentimiento de su alfa– Pero también sabés que amo a más personas...
–Enzo, Matías y Agustín –contestó Esteban, sin rastro alguno de celos.
–Quiero algo más con ellos –confesó– Quiero que sean mis compañeros, pero no dejaré que Matías me muerda si vos no estás de acuerdo.
Esteban asintió, pensativo.
–¿Qué implica eso? –preguntó el alfa– No quiero limitarte en nada, amor, pero es algo que necesito saber.
Fran asintió, comprendiendo.
–No cambia nada, realmente. Serán mis compañeros igual que lo sos vos, pero no por ello voy a pasar más tiempo con ellos que con vos ni a priorizar su reclamo por encima del tuyo. Quiero hacerlo oficial, simplemente. Quiero que sean algo más.
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The scent [Matienzo]
RomanceEnzo Vogrincic es un alfa, todo el mundo lo sabe. Qué otra cosa podría ser con esa altura, ese porte y esas facciones? Matías descubre que a veces las cosas no son como las imaginas. Advertencia: POLIAMOR a partir del capítulo 3.