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Todo inició como un día normal y corriente, iba a ir a vender carbón pero mamá me detuvo para limpiar mi cara, Shigeru y Hanako insistieron bastante en ir al pueblo esta vez, pero logré convencerlos.

Antes de partir me encontré con Nezuko, ella cargaba a Rokuta en su espalda, me contó que desde que papá murió, Rokuta y los demás querían pasar más tiempo conmigo porque lo extrañaban, a decir verdad yo también lo extraño mucho, pero tengo que sacar a mi familia adelante ya que soy el único con edad para trabajar.

Tuve mucha suerte, logré vender todo el carbón, ya se estaba haciendo tarde y debía regresar a casa. El señor Saburo me detuvo, dijo que era peligroso subir tan tarde, lo iba a hacer de todos modos hasta que mencionó a los ¿demonios?

Entré y comí un poco y decidí preguntarle más acerca de esos llamados "demonios"

-Oiga señor Saburo, ¿De cuáles demonios habla?

-Al anochecer merodean los demonios, criaturas que comen carne humana. Es por eso, que nunca deberías salir de noche. Ahora descansa, podrás marcharte cuando amanezca-Eso solo era un mito para impedir que los niños desobedecieran, no hay demonios.

Me acosté en el futón

-¿Los demonios no pueden atacarte si estás dentro de casa?- Pregunté, preocupándome un poco por mamá y mis hermanos

-Claro, podrían entrar.

-Bueno, si fuera así, nos comerían

-Los cazadores de demonios nos protegen de esas bestias, matando a todos los que pueden. Ya duérmete.

Ahora recuerdo, mi abuela también me contó lo mismo cuando yo era pequeño, bueno, más pequeño, ya que las personas mi casta era caracterizadas por no crecer mucho, así que soy algo pequeño, da igual, todavía me falta mucho por crecer.

El amanecer llegó en un parpadeo

-Ve con mucho cuidado

-Si

Iba caminando tranquilamente, pensando en cualquier cosa, me alarmé inmediatamente cuando llegó a mí nariz el olor a sangre. Corrí

Mi respiración era pesada

Nezuko estaba en la entrada, con Rokuta en sus brazos, cubierta de sangre.

-¡Nezuko! ¡¿Que les pasó?!- El terror me inundaba

-¡¿Quien le hizo esto?! ¡Mamá! ¡¿Que les pasó?!- Voltee mi mirada a adentro

-¿Mamá....?
 
Me mareé por lo que ví, los rostros de mi familia, pálidos y con ojos vacíos, sus cuerpos ensangrentados y todo el lugar cubierto de sangre.

Corria con Nezuko en mi espalda, ella aún estaba viva, si la llevaba al médico podría sobrevivir

¿Cómo pudo pasar algo así? Pensaba en lo que había pasado mientras tenía los ojos llenos de lágrimas no derramadas, me negaba a soltarlas porque debía ser fuerte por Nezuko, es lo único que me queda ahora....

Casi no puedo respirar, el aire me lastima los pulmones

¡Tengo que continuar, mueve las piernas, date prisa!

Todavía faltaba mucho por llegar al pueblo pero no dejaría morir a Nezuko

¡Voy a salvarte!

Nezuko de empezó a mover y resbale con la nieve

¡¿Que pasó?!

Caí, por suerte la nieve amortiguó la caída

Un momento, ¡¿Nezuko, dónde está?!

Ella estaba de pie... Con la cabeza agachada

Nezuko! ¡¿Estás bien?! ¡No debes caminar, yo te voy a cargar hasta el pueblo!-  me acerque a ella

Subió la mirada, tenía venas en la cara, las pupilas dilatadas y colmillos grandes, daba mucho miedo, pero seguía siendo mi hermana

Ella intento lanzarse arriba de mi, cubrí su boca con el mango de mi hacha, pero termine cayendo al suelo

Ella....

Ahora es un demonio ......

Te AmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora