'Capítulo 23 🧡

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Jungkook estaba demasiado estresado.

Habían tenido una reunión con los jefes de la constructora y está se había alargado mucho más de lo previsto. Su celular se quedó sin batería y su cabeza estaba a punto de explotar.

No veía la hora de llegar a casa y ver a su precioso omega, necesitaba abrazarlo, besarlo, acurrucarse junto a él, aunque probablemente estuviera completamente enojado por no haber llegado a tiempo para que cenaran juntos.

Maldita suerte.

Se supone que la reunión seria el día siguiente muy temprano por la mañana para Yoongi y él, pero tarde para ellos y al parecer esos viejos rabos verdes no podían desvelarse.

Odiaba que los horarios fueran diferentes.

Suspiró profundamente cuando dió vuelta en la calle y pudo percatarse de que su casa estaba completamente a oscuras. Eso definitivamente era una mala señal. Seguramente Jimin ya estaba dormido. No podría explicarle el porque de su retraso.

Estacionó su convertible, tomó su portafolio y entonces se armó de valor para bajar del auto y entrar a casa.

Lo primero que Jungkook sintió al poner un pie dentro de la residencia fue el aroma a tristeza. Toda la casa parecía estar repleta de aquel hermoso aroma a caramelo amargo. Sintió un fuerte dolor en el pecho, Jimin no sólo estaba enojado, estaba muy triste.

El alfa caminó hacia las escaleras con toda la intención de subir a su habitación y pedirle perdón a su omega, pero antes de lograr su cometido su vista se enfocó en el comedor.

Su corazón terminó por romperse.

Jimin había preparado una cena especial para ellos.

Todo lo que estaba sobre aquella mesa era perfecto, pétalos de rosa, una botella de vino, una de las vajillas que su familia les había regalo. La cena estaba servida y por el estado de las velas había estado esperando mucho tiempo.

Jungkook suspiró profundamente, se encargaría de arreglar todo, lo primero que tenía que hacer era limpiar, recogió todo lo que estaba en el comedor y luego calentó la cena sirviendo dos platos que acomodó todo en una pequeña bandeja, la cuál adornó con pétalos y con una vela aromática.

Subió a su habitación dónde encontró a su esposo acurrucado en su lado de la cama. Jimin tenía rastros de lágrimas secas en sus mejillas gorditas, aquello lo hizo sentir mucho peor, su pequeño se había quedado dormido después de haber estado llorando por su culpa.

Cómo pudo el alfa puso la bandeja en la mesita de noche, luego se sentó en la cama y con caricias tiernas comenzó a despertar a su omega.

- Cariño...- el pelinegro se acercó lo suficientemente al rostro de su esposo y dejó un par de besos en sus mejillas.

- .....

- Amor, despierta....- el alfa siguió intentando hasta que Jimin abrió sus ojitos rojos.

- Vete....

- Amor, no me corras...

- Lárgate, eres un mentiroso...- el omega cerró los ojos nuevamente e intentó cubrirse con la manta, pero las manos del alfa impidieron su cometido.

- Perdóname...- Jungkook lo abrazó- Debí llegar a tiempo para la cena... Prometí que te dedicaría el tiempo suficiente y fallé rotundamente...

- ¿Por qué llegas a estas horas? ¿Estás viendo a alguien más?- el omega preguntó con labios temblorosos.

- ¿Qué?

- ¿Tan rápido te cansaste de mi?

- Amor, cómo puedes pensar algo así... Claro que no estoy viendo a nadie más, estamos casados y estamos embarazados, nunca te traicionaria...

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