SINOPSIS
Cassie
Cómo hacer que el hombre guapo y malhumorado de enfrente se fije en mí.
Paso uno: Dejar productos de panadería en su porche, aunque nunca abra la puerta y siempre devuelva los recipientes cuando no estoy en casa.
Paso dos: Perder poco a poco la cabeza al pasar un año entero sin cruzarme con él, por mucho que lo intente.
Paso tres: Hacer que mis fotos de boudoir lleguen accidentalmente a su buzón en lugar del mío. Que abra el paquete. Que irrumpa en mi casa para que me dé el regaño más duro de mi vida.
Paso cuatro: Aún estoy pensando en el paso cuatro.
Harry
Soy un hombre peligroso.
Un hombre que ha pasado las últimas dos décadas eliminando tantas almas de esta tierra que es un milagro que mis manos no estén permanentemente manchadas de rojo.
Soy un hombre que pertenece a las sombras.
Ciertamente no pertenezco a la habitación de mi linda vecina cuando no está en casa, tocando sus cosas e inhalando su aroma.
No debería seguirla. No debería vigilarla. Porque ninguna cantidad de galletas en mi puerta cambiará el hecho de que el amor no es una opción para mí.
La única opción que me queda es la violencia.
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Nota de la autora:Este libro está dedicado a Nero, el hermoso bastardo que empezó todo. Me encanta tu trasero desquiciado.
Esta batalla nos pertenece a todos. Porque todos somos humanos, y eso lo hace nuestro
ADVERTENCIA DE CONTENIDO
Este es un oscuro romance de justicieros.
Contiene mucha violencia gráfica y muerte. Hay acoso, allanamiento de morada y vigilancia.
Este libro aborda la trata de personas. No hay puntos de vista en primera persona de las víctimas de trata, pero verás de primera mano el trauma que deja.
Este libro también contiene la muerte de los padres, la muerte de un hermano y el tormento de desear haber hecho más.
1
Harry
El suave chirrido de el cuchillo deslizándose sobre la piedra de afilar me llena de una sensación de calma.
Es familiar.
Mi más querido amigo.
Instintivamente, mi muñeca se gira para sostener el metal contra la piedra en un ángulo de quince grados, cinco grados menos que los estándares de la mayoría de las marcas. Un poco más afilado. Un poco más peligroso.
Un poco más mi estilo.
Delante de mí, una luz amarilla parpadea en la esquina de uno de mis monitores.
Muevo mis ojos desde mi cuchillo a la pantalla de señalización y observo a Cassandra, mi vecina, la pesadilla de mi existencia, cruzar la calle desde su camino de entrada al mío.
Okey, entonces ella no está saltando, pero con esa pequeña blusa sin mangas y pantalones cortos, bien podría hacerlo por lo mucho que se mueve cada centímetro de ella.
La superficie de trabajo frente a mí cruje cuando me inclino hacia adelante, agarrando con el puño el mango del cuchillo y presionando la punta contra la madera vieja.